Vuelta Rápida GT

Cuando te comunican que vas a probar la versión más prestacional de un SUV y vas a vivir una semana con él te inunda una sensación agridulce. La parte buena está clara, disfrutar de un coche potente y con una configuración deportiva, tu mente empieza a planear las rutas que vas a hacer con el coche y los sitios que vas a visitar. Por otro lado, la parte agria viene por lo de SUV, aunque se presenta como una gran oportunidad de buscarle el sentido a este tipo de coches, en este caso sentado al volante de un Cupra Ateca Limited Edition.

Por Diego Carabaña.

Desde que el primer coche pisó la calle, hace ahora ya más de 130 años, surgió el deseo de tener un coche mas rápido y mejor que el del vecino. Bueno, no, corrijo, ese deseo surgió desde el momento en el que el segundo coche pisó la calle, ya que hasta ese momento, el dueño del primer coche de la historia aún podía presumir de tener el mejor coche del mundo.

Si analizamos la historia del automóvil, esto es una constante, en todas las épocas siempre ha habido alguien que quería presumir de tener mejor coche que el resto, en realidad es algo aplicable a cualquier ámbito de la vida, pero nos centraremos en los coches. De ahí surge la competición, porque de una manera u otra, siempre hay alguna marca queriendo demostrar que su coche es mejor que el de las otras marcas, y siempre habrá una persona dispuesta a comprar ese coche.

A día de hoy esto no es muy diferente, pese a que en ocasiones la competición se empeñe en querer igualarlo todo por el bien del espectáculo, suele haber siempre algún campeonato que permita mostrar que el coche de una marca es mejor que el resto, y si no, nos lo inventamos nuevo.

Sin llegar a ser una competición como tal, esto mismo es lo que ha ocurrido en los últimos años con la fiebre por los tiempos de los coches en Nürburgring, todo el mundo quiere tener el coche más rápido allí, sea cual sea el segmento, el tipo de propulsión o demás características. Pese a que ese número sirva de poco cuando vayamos a ir a comprar el pan con el coche, incluso si fuésemos al circuito con el coche, dado que aún no venden lo más importante del tiempo, eso que une los pedales con el volante. El piloto.

Todos estos párrafos tratan de explicar la existencia del Cupra Ateca, ya que los SUV surgieron como coche aspiracional y acabaron por derrocar al coupé, que ostentaba el trono. Desde que los SUV dejaron de ser algo especial y todo el mundo tenía uno, había que darle una vuelta de tuerca más. ¿Cómo? Haciendo rápidos esos SUV. ¿Y qué puede ser más especial que comprarse un coche edición limitada con más de 300 cv que inundan el ambiente con un sonido afinado por Akrapovič?

El Cupra Ateca Limited Edition a simple vista es un SEAT Ateca, pero uno un tanto peculiar. Aquellos que no estén muy metidos en nuestro mundo, el de los coches, verán un Ateca con un logo extraño, motivo por el cual el coche atrae multitud de miradas, ya que mucha gente aún no acaba de tener claro qué es Cupra.  Todo esto conduciendo en un modo de conducción discreto, del sonido de los escapes Akrapovič hablaremos un poco más tarde.

El Cupra Ateca Limited Edition es un SEAT Ateca a simple vista e incluso cuando se mira con más detalle, ya que, como no podía ser de otra manera, está plagado de detalles que podrías encontrar fácilmente en cualquier otro modelo de la casa de Martorell.

En un coche de cerca de 60 mil Euros encontrar componentes de los hermanos menores para muchos resulta un problema. Los que se han comprado las versiones de acceso incluso sacan pecho “Mira ese coche que vale más del doble que el mío y lleva los mismos (Insertar aquí componente del interior del coche”, cuando la realidad es que la diferencia en el precio no se ve cuando te sientas en el coche estando esté aparcado, más allá de unos asientos deportivos, una tapicería algo mejor y un volante más molón.

La verdadera diferencia está en el motor que esconde bajo el capó, y en cómo se relaciona ese motor con el asfalto. De hecho, ahí está la gracia de estos coches, te has comprado un Ateca, por supuesto, pero no un Ateca cualquiera, un Súper Ateca.

Esto podría ser aplicado a cualquier versión prestacional de cualquier turismo “común”, porque si el dueño quisiera haberse gastado unos 60 mil Euros en un coche con un interior y unos acabados totalmente a la altura de ese precio, las cualidades dinámicas y de confort del vehículo que conduciría serían bien diferentes.

También, estoy seguro de que ese vehículo de unos 60 mil Euros en un coche con un interior y unos acabados totalmente a la altura de ese precio no llevaría unos escapes Akrapovič, capaces de conseguir que todo el mundo se gire al verte pasar, si no lo ha hecho ya.

El sonido de los escapes Akrapovič de este Cupra Ateca Limited Edition es bonito, pero no ensordecedor, por suerte. En un principio puede llegar a decepcionar, ya que no es un sonido que vaya a dejar sordo a nadie, y se tiene esa tendencia a asociar en un coche el sonido alto con el sonido bonito, cuando no necesariamente tienen que ir de la mano. En este caso el sonido que emite el EA888 a través de los escapes Akrapovič permite reconocer perfectamente el característico sonido de este gran motor, con esos detalles que recuerdan que llevas delante de ti un motor casi como el de un TCR del grupo VAG.

Llevar un motor que podría considerarse de carreras asociado a un escape Akrapovič no tiene porqué significar ruidos e incomodidades cuando al coche se le da un uso normal, ya sea en ciudad o en viaje largo en carretera. Con el selector de modos de conducción se puede elegir el nivel sonoro de los escapes, siendo el de mayor intensidad, obviamente, el modo Cupra.

Finalizo la prueba de este Cupra Ateca … dando respuesta a la pregunta que me ha rondado la cabeza durante la semana que he podido probarlo. ¿Tiene sentido un SUV prestacional?

La respuesta, depende obviamente del comprador y el porcentaje de eficiencia y de sentimiento que quiera incluir en su compra. Una cosa está clara, el Cupra Ateca Limited Edition es perfectamente utilizable a diario e incluso se podrían considerar como razonables los gastos que trae consigo, aunque obviamente hay otras opciones mucho más inteligentes si solo se piensa con el bolsillo

Dentro de los usos que para mi tienen sentido con este Cupra Ateca Limited Edition, lo veo perfectamente viable y disfrutable como coche de diario para trayectos de unos 20-30km y cuando llega el fin de semana, es la opción perfecta para tirar de un remolque sobre el que descansa un Cupra León Competición o un Córdoba WRC, perfectos para disfrutar de un track day, una carrera o de tu rally favorito y volver a casa conduciendo al hermano algo más civilizado.