PRUEBA: Audi A7 45 TFSI S-Tronic. Modelo de acceso…al cielo.
Aunque este A7 se presente como 45 TFSI no es un V8 de 4 litros. Hace dos años la marca decidió “hacernos la vida más difícil” usando cifras de dos […]
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Aunque este A7 se presente como 45 TFSI no es un V8 de 4 litros. Hace dos años la marca decidió “hacernos la vida más difícil” usando cifras de dos […]
Aunque este A7 se presente como 45 TFSI no es un V8 de 4 litros. Hace dos años la marca decidió “hacernos la vida más difícil” usando cifras de dos dígitos en función del nivel de potencia y bajo ese 45 lo que se esconde es el mismo glorioso 2.0 TFSI que monta el Octavia RS de 245 cv. y 370 Nm de par, configurándose como el modelo de acceso en gasolina a la gama A7.
Pero como no es lo mismo ser cabeza de ratón que cola de león, que te abran la puerta de una berlina de representación del Segmento E (E y medio se ajustaría más) como es el A7 no es lo mismo a que te abran la puerta del supermercado, en el caso de este Audi se puede decir que es más parecido a que te abran la puerta … del cielo.
Y digo lo del segmento y medio porque el A7 tiene muchas cosas en común con un segmento E de libro como es el A6, pero esa anchura de más, altura de menos y ese culito respingón estilo Liftback, pues le da ese plus de suntuosidad que sólo encuentras en el segmento F.
Este nuevo A7 con denominación interna “C8” es muy diferente a la versión saliente, aunque no lo pienses por su similitud estética exterior, que por continuista no deja ver fácilmente sus sutiles pero múltiples mejoras, pero lo más relevante es que toda la tecnología que monta no sería viable con el anterior chasis.
El A7 45 TFSI es el modelo más barato con motor de gasolina. El temor que tenemos a las versiones de acceso es proporcional al precio del coche. Donde ir a un acabado pelado en un utilitario es un ejercicio de sabiduría y templanza, hacer lo propio en un coche de lujo suele ser una gran cagada.
¿En serio que te vas a gastar esos 67.000 eurazos en un coche que comparte motor con un Taxi tuneado? Pues en este caso, y sin que sirva de precedente, puedes hacerlo con los ojos cerrados, porque el dos litros turbo que monta no sólo es capaz de mover los 1.770 kg. con soltura sino que además está tan bien escalonado el cambio, ajustada su electrónica y filtrado su sonido que dudo que seas capaz de saber la marcha en la que circulas simplemente de oído.
De todos modos, que hablemos de la motorización “básica” no condiciona que el A7 pueda llevar un arsenal de equipamiento más en línea de coches más caros. Entre toda la maraña quizás lo que más me haya sorprendido es el sistema de protección Audi Pre-Sense; un conjunto de tecnologías que van desde el ajuste automatizado de los cinturones de seguridad hasta un sistema de frenado de emergencia, guiado en el carril, y ayuda a aparcamiento 360 excelente, gracias a los dos radares frontales y sus 4 cámaras perimetrales. Mención especial al sistema Cross Traffic trasero, con detección de tráfico cruzado al salir hacia atrás en un estacionamiento en batería con un alcance y precisión brutales.
También me ha llamado la atención ciertos detalles que pueden pasar desapercibidos en una prueba tan corta, como son el cierre de puertas automático, el alojamiento de los limpiaparabrisas bajo el capó cuando no se usan para mejorar aerodinámica, o el aviso con una vibración en el pedal de acelerador cuando te pasas de la velocidad máxima de la vía (esto nunca me ha pasado, o sí, no sé).
La única pega, si se le puede poner alguna, es que venía equipado con el extra S Line deportivo, que además de las llantas de 20 pulgadas y la suspensión regulable rebajada que le dan un paso por curva limpísimo, viste interiormente el coche con todo lo que esperas de un S-line, pero tiene la gran pega de que no es compatible con la dirección dinámica a las 4 ruedas, que le daría un plus de agilidad, que personalmente no veo que le haga falta ya que con sus 1.770 kg. la puesta a punto del chasis es casi perfecta.
La tracción Quattro redondea el producto a nivel de seguridad activa. Lo he probado en un aparcamiento de la sierra cayendo aguanieve, e incluso con el control de estabilidad desconectado en sus dos niveles (no llega a desconectarse de todo) sigues teniendo cierta adherencia aunque te empeñes que no tenerla (no sé si me explico).
Si digo que la puesta a punto del chasis es casi perfecta, lo digo en relación con el carácter del coche; una gran berlina con un puntito picante, pero nada más. Cierto es que la marca anuncia en su web un 0-100 en 6.2 seg pero personalmente creo que las sensaciones son de unas cuantas décimas más, particular que no he podido comprobar.
Con este motor, y a pesar de eso, incluso con la configuración en el modo Dynamic, no esperemos un devorador de circuitos (aunque sí de rectas) ni un coche que sea especialmente estimulante subiendo puertos, aunque he de decir que, gracias al sistema de lectura de señales, control de velocidad dinámico, sistema de mantenimiento en el carril y esa caja de cambios S-Tronic de 7 marchas muy orientada a la suavidad, es uno de los mejores coches que he probado para bajar esos puertos.
Como decía antes, las versiones de acceso que acaban revelándose como inframotorizadas pecan de un aspecto muy fácil de observar, que el coche consume poco si conduces ECO y que se dispara al exigirle prestaciones. En el caso de este A7 45 TFSI, en un trayecto a 100 km/h en carretera de doble sentido a un ritmo legal, no llegarás a los 8 litros, y eso es una gran noticia, pero es todavía mejor la siguiente: Si vas a calzón quitado subiendo un puerto tampoco superarás los 14 litros, pero como los puertos, además de subirlos luego hay que bajarlos, si lo haces en modo ECO, con caja de cambios desacoplada y con el sistema de recuperación de energía, la media se quedará en 8.5 l/100km. Una cifra muy decente para una mañana de hacer curvitas.
Por cierto, este A7 también equipa el sistema MildHybrid de 48 voltios de la marca, con el que el motor térmico sólo se emplea para mover las ruedas y todo lo demás, desde las luces láser hasta la climatización, pasando por todos los sistemas motorizados del coche, funcionan tirando de una batería que se recarga sola, por lo que tiene la consideración de híbrido y por lo tanto con etiqueta ECO.
Hasta ahora siempre había mirado con recelo a las berlinas impares de Audi. No entendía cómo alguien en sus cabales podía preferir un A5 sobre un A4 o un A7 sobre un A6, cambiando un extra de practicidad por mera estética, pero después de esta prueba (y ahora que estoy probando un S6 del que os hablaré en la siguiente) ese recelo empieza a desaparecer, ya las mínimas contrapartidas que genera la estética no afecta prácticamente a la vida que se puede hacer en ellos.
Tengo que admitir que os he mentido en un dato. y es que la unidad probada, cargadita de cosas, se aleja un poco bastante de esos 67.000 € superando por poco los 90.000 € , pero no es necesario gastarse los 3.500 € de los faros láser, ni los 5.000 del kit S-line, ni el equipo de sonido Bang&Olufsen de 1000 €. renunciando a eso y a alguna cosita más aquilataríamos un poco el precio y el producto sería más redondo manteniendo una calidad altísima.
Si además de leernos quieres escucharnos, aquí te dejamos ellink al programa de radio Vuelta Rápida GT en el que hablamos de Audis que se parecen al halcón Milenario por detrás y que encima tienen rayos láser.