Vuelta Rápida GT
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Para muchos de nosotros, ser temperamental y tener carácter es una virtud. Nada mejor para andar por la vida que ser una persona temperamental, una persona que consigue lo que […]
Para muchos de nosotros, ser temperamental y tener carácter es una virtud. Nada mejor para andar por la vida que ser una persona temperamental, una persona que consigue lo que quiere, que va a por todas superando cualquier inconveniente o como dice la RAE una persona “tenaz e impulsiva en sus reacciones”.
Prueba y Fotos Fernando González Ferreira @FUR_R
Piloto de drone : Manuel Roda.
Quizás por eso nos gustan los artistas temperamentales, los cocineros temperamentales y las novias temperamentales. De la misma manera también nos gustan los deportivos temperamentales, de reacciones fulgurantes, de traseras inquietas y de estética extravagante.
Pues para otros de nosotros, ser temperamental es más bien un defecto, cuando no una putada. Te pongo un ejemplo: ¿Querrías que el cirujano que te va a operar, conductor del autobús que lleva a tus niños al colegio o tu jefe fuese temperamental? Yo no. Y si me preguntas si ¿ un compacto diesel bien equipado como el KIA Ceed que os traigo hoy debe ser temperamental? Pues quizás tampoco.
Porque el Kia Ceed con el motor 1.6 Diesel, cambio secuencial de doble embrague y con un acabado tan cuidado puede ser muchas cosas, pero no temperamental.
Sabemos que no es culpa de KIA, pero hace 10 años un Turbodiésel cualquiera en ese nivel de potencia arrojaba unos datos de aceleraciones y recuperaciones mucho mejores que los de este KIA, que con un 0-100 en casi 10 segundos y una velocidad máxima de 200 km/h no se le puede llamar rápido. De hecho son datos más propios de un gasolina tricilíndrico.
Pero no vamos a quemar al mensajero, porque sabemos que la homologación de modelos con el nuevo ciclo WLTP ha desterrado aquellos diesel tan impetuosos como contaminantes para dar la bienvenida a motores, más limpios y económicos, sí, pero también de funcionamientos más agradables y progresivos.
Al final, el comportamiento del Ceed resulta ser hasta insulso y un poco aburrido. Como debe ser.
Desde fuera no se puede decir que el Ceed sea un rompecorazones. No me entiendas mal, no quiero decir que sea un coche poco agraciado, pero es tan, tan homogéneo en sus formas y tan fiel seguidor de las tendencias actuales, que me cuesta mucho encontrar algo que decir de su línea.
Bueno sí, sus luces diurnas de 4 leds por faro que me recuerdan a las de Porsche. Pero por lo demás, Por muchas rejillas de ventilación falsas, un diseño tan aburrido como correcto.
Desde dentro más de lo mismo. Cómodos asientos, buena posición de conducción, pantalla flotante multimedia, profusión de acabados imitando materiales nobles como el “lacado negro piano”, “aluminio cepillado” e incluso goma símil cuero pespunteado. Exactamente igual de ortodoxo (y aburrido) que toda su competencia.
Si hablamos de su comportamiento. Lo resumiré como “Extremadamente correcto” con un equilibrio perfecto entre dinamismo y comodidad. Una respuesta de su motor de 136 cv. tan sedosa como insulsa, redondeada por una caja de cambios de doble embrague cuyas leyes de cambio han sido escogidas especialmente para que no haya saltos ni brusquedades. En fin, como un Golf.
Como ha sido equipado con el acabado tope de gama, común por otra parte en las unidades de prensa con las que preparamos estas pruebas. No echarás nada en falta a nivel de comodidad como de seguridad. Luces y limpiaparabrisas automáticos ya son obligatorios para muchos clientes, y los sistemas de ayuda al aparcamiento, ya sea con sensores delanteros y traseros o bien por medio de una cámara trasera que funciona con solvencia ya no llaman la atención a nadie. Ah, también tiene, como no, conectividad con smartphones, como no podía ser de otra manera.
Si hablamos de seguridad, pues tenemos también un extenso catálogo de sistemas de mantenimieto en el carril, control de crucero, alerta de tráfico cruzado y ángulo muerto, frenado de emergencia. En fin, aburrido todo.
Y para terminar, y no ser muy pesado, concluiría que salvo que accedas a modelos con salpicadero digital, o seas un fanático de las iluminaciones interiores de leds de colores, no echarás de menos nada que puedas encontrar en los llamados compactos premium.
Si te fijas bien, todo lo que tiene de aburrido el Kia Ceed lo tiene gracias a un diseño, una puesta a punto y un temperamento casi alemán.
Sabemos que los alemanes no suelen ser el alma de la fiesta, pero cuando un alemán se muestra aburrido se le valora como positivamente como eficiente, discreto y equilibrado, mientras que si es un Japonés o un Coreano, se le tilda más bien de soso sin temperamento.
Lamentablemente me gustaría haber puntuado al KIA Ceed con un 100% de aburrimiento, pero habido un 2% del coche que sí me ha sorprendido y que no esperaba encontrarme en una versión que cuesta 24.000 €.
Una parte de la culpa la han tenido los ruidos producidos por ajustes entre materiales tanto en el techo solar como en el apoyabrazos central, algo inaceptable hoy en día y menos en una marca como KIA que nos ha demostrado en anteriores ocasiones como en el caso del Optima, que puede estar a la altura de BMW por ejemplo.
Y la segunda parte recae sobre haber obtenido unos consumos altos para el tipo de conducción que he practicado durante la prueba, alcanzando unos excesivos 5-6 litros a los 100, más propios de un motor de gasolina moderno de potencia similar que de un diesel de ultimísima tecnología. Un diesel que ha sido llamado a ser la última esperanza de los motores térmicos si hablamos de eficiencia frente a híbridos y eléctricos.
El cliente de los compactos diesel hasta ahora era alguien que quería prestaciones y consumo, pero los tiempos cambian que es una barbaridad, y no vas a poder encontrar estos ingredientes y con la misma receta en los nuevos modelos.
Afortunadamente estos “aburridos” compactos como el KIA Ceed son capaces de ofrecer un producto mucho más elaborado, fino y tecnológico que hace 10 años. Un producto más maduro, pero también menos excitante.
Si quieres temperamento y carácter, siempre te quedarán los coches italianos, ahí no te vas a aburrir, aunque quieras.
