PRUEBA: Mercedes Benz CLA45 AMG 4MATIC Shooting Brake. Fin de fiesta.
Ahora que acaba de llegar al mercado la tercera generación del Clase A, qué mejor manera de despedirnos de la segunda que con esta versión que concentra todo el arsenal […]
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Ahora que acaba de llegar al mercado la tercera generación del Clase A, qué mejor manera de despedirnos de la segunda que con esta versión que concentra todo el arsenal […]
Ahora que acaba de llegar al mercado la tercera generación del Clase A, qué mejor manera de despedirnos de la segunda que con esta versión que concentra todo el arsenal con el que se puede armar a un compacto. Un modelo que más que un tope de gama es un fin de fiesta, una traca final, un monstruo de fin de fase y un huracán después de la tormenta, o sea , la leche.
Pueba y Fotos Fernando González Ferreira @FUR_R
Dicen que los mejores perfumes y los peores venenos vienen en frasco pequeño. Visto cómo se está poniendo el mercado, con berlinas que sobrepasan los 5 metros, SUVs que casi los alcanzan y utilitarios con más de medio metro cúbico de maletero, casi podríamos asegurar que un compacto es más que nunca un frasco pequeño.
A pesar de no haberlo probado hasta ahora, este Mercedes Benz CLA45 AMG Shooting Brake es un viejo conocido. Hemos tenido la oportunidad de probarlo, por partes, pero hasta ahora no en su conjunto. Primero probamos su chasis, luego su versión familiar, después su motor, y ahora lo hacemos todo junto, es como si Mercedes nos hubiese preparado el guión de esta prueba controlando las dosis para que llegásemos a este momento perfectamente preparados. Quizás quieras leer también las pruebas anteriores para tener una perspectiva más amplia de lo que significa este coche.
El primer Clase A que probamos era un “discreto” A 250 con 211 cv. Con él pudimos constatar que la estupenda plataforma que nos ha estado acompañando estos últimos 4 años podría soportar todavía más potencia de ésta que, hasta hace no mucho estaba fuera del alcance de la mayoría de coches que rondaban los 4.30 m. de largo. No había veneno en aquel clase A, pero sí un excitante perfume que te hacía disfrutar dos mundos aparentemente opuestos en aquél Baby Benz; el lujo y la deportividad.
El segundo Clase A que pasó por nuestras manos fue un CLA Shooting Brake. Mantenía la plataforma original y su motorización, pero le añadía un tercer volumen que además de mejorar su capacidad de maletero dramáticamente, le dotaba de una presencia más de berlina del segmento C que la propia de un compacto. Era el mismo pequeño frasco, pero con un 30% más de producto igualmente de excitante que el anterior.
El tercer Clase A volvió a ser un CLA, esta vez en versión berlina. Aquel era el frasco de siempre pero ya no traía perfume, ya que venía equipado con el 2 litros turbo de AMG de 360 cv. de puro veneno. El motor de 4 cilindros más potente jamás equipado en un coche de serie. Donde antes el perfume adornaba las excelencias del chasis, el veneno empezaba a ponerlo en apuros.
Fue un modelo que durante las pruebas en circuito llegó a recalentar tanto el sistema 4Matic de tracción total que durante unos minutos se quedó en un mero tracción delantera. En ese momento todo el equipo coinncidimos en que si Mercedes había lanzado ese coche en cierto modo tan “desequilibrado” al mercado, era sólo por una razón: Porque podía.
Hoy nos llega este modelo que es la suma de todos los anteriores, Es como el robot malvado de Los Increíbles, un coche al que conocemos pero también nos conoce, y para esta despedida viene con todo lo mejor de cada uno de los anteriores Clase A que hemos probado: El lujo y sofisticación de Mercedes, la corta y ágil batalla de 2.69 m. de un compacto, el maletero 495 litros de un buen familiar la caja de cambios Speedshift DCT AMG y la última revisión de aquel dos litros turboalimentado, pero con 20 cv. más de veneno para poder seguir compitiendo con los últimos gallos que han llegado al gallinero para intentar ocupar su lugar.
Sus cifras son de lo más interesantes también. 381 cv. y 475 Nm de par permiten hacer el 0-100 en 4.3 segundos, mejorando las cifras oficiales de la anterior versión, versión que si bien no alcanzó la potencia anunciada en el banco de rodillos de Vagspeed, regaló 140 Nm más de par llegando a los 585 Nm.
Quizás sea por ello, que a pesar de todo la nueva versión nos ha parecido más dócil y discreta que aquella. Mostrando un comportamiento igual de eficaz, pero más progresivo. Y digo eficaz, porque el sistema AMG Dynamic Plus con el que contaba nuestra unidad, añade al Dinamic Drive y sus modos de conducción un autoblocante delantero que ayuda a que la tracción total 4drive proporcione más agilidad, a pesar de que no pueda mandar más de un 50% de la potencia al eje trasero.
Todo esto viene muy bien cuando estás circulando en vía pública, pero si lo que te apetece es desparramar en circuito, pero con seguridad, cuentas con el Handling Mode, como uno de los 3 niveles de intensidad del control de estabilidad que te permitirá deslizar lo justo y necesario pero con la tranquilidad de que el coche tomará el control si te pasas de optimista. Este sistema tiene mucha más utilidad en otros modelos de AMG como el SLC43 que también tuvimos oportunidad de probar, pero nunca viene mal.
AMG nos tiene acostumbrados a que las prestaciones puras no van reñidas con la vida a bordo, y este CLA45 Shooting Brake es uno de los mejores ejemplos, porque un veneno puede ser mortal, pero sin necesidad de que deje mal sabor de boca al envenenado.
El interior de este modelo está a la altura de segmentos superiores, incluso de Mercedes superiores, con una colección de molduras, ribetes rojos, cuero perforado y todos los sistemas de confort que puedes encontrar en un Clase C o Clase E así como toda la tecnología de seguridad pasiva activa y preventiva que puedas imaginar en un compacto y que ya tratamos en su día en anteriores pruebas, lo que hacen que un coche tan rápido como este sea muy fácil de conducir y sobre todo seguro hasta en manos inexpertas.
Al final este CLA nos ha envenenado, parece como si esos aletines laterales del paragolpes frontal fuesen los colmillos que nos han mordido, y la iluminación en verde (o en otro color si quieres) bajo los reposacabezas fuese el vapor venenoso que sale del frasco al abrirlo. Pero de la misma manera que nosotros estamos sentenciados por su mordedura, este modelo morirá con nosotros porque ya ha sido presentada la nueva generación del Clase A en su versión hatchback y no tardarán en llegar las sucesivas evoluciones que nos llevarán a un nuevo AMG Shooting brake. Hasta entonces, “muero porque no muero” como decía San Juan de la Cruz, y nos despedimos de Ralph Wagentrecht, que es quien firma sobre el motor la unidad que nos deja y esperamos encontrarnos de nuevo envenenados por otro veneno, que a buen seguro será más letal y a la vez más dulce que el que hoy os traigo.
Con un precio a partir de 64.000 € , precio por el que te puedes llevar a casa coches más lujosos, más rápidos y más amplios tienes que tener en cuenta que a pesar de que no lo parezca, te estás llevando un compacto.
Un compacto como el BMW M2, que es más caro, menos práctico, más exigente y no necesariamente más rápido en todas las circunstancias, o un Audi RS3 que cuesta prácticamente el mismo dinero y es igual de fácl de conducir, pero que no tiene la imagen ni el maletero del CLA.
En cualquier caso, el cliente objetivo de este modelo es alguien a quien envidiar, quizás no tanto para envenenarle, pero por lo menos profesarle envidia… y de la mala.
Si además de leernos quieres escucharnos, aquí te dejamos el link al programa de radio Vueltas Rápida GT en el que hablamos de veneno, perfume y despedidas. A partir del minuto 39.