PRUEBA OPEL Crossland X 1.2 Turbo EcoTec 110 cv. Tamaño de viaje.
Cuando tienes que comprar gel de ducha para llevarte a una escapada de fin de semana ¿Compras el pack de dos envases de litro y medio que está de oferta? […]
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Cuando tienes que comprar gel de ducha para llevarte a una escapada de fin de semana ¿Compras el pack de dos envases de litro y medio que está de oferta? […]
Cuando tienes que comprar gel de ducha para llevarte a una escapada de fin de semana ¿Compras el pack de dos envases de litro y medio que está de oferta? seguro que no, y en caso que así fuese me juego algo a que tienes una botella más pequeña y manejable que rellenarás con él entes de meterlo en tu neceser. Pues con los SUVs pasa exactamente lo mismo.
Prueba y fotos Fernndo González Ferreira @FUR_R
Si tenéis la mala suerte de haberos enamorado de un SUV cuando estábais en pleno proceso de compra de un coche – y ojo, que el enamoramiento es lo único que ningún experto en motor podrá quitaros de la cabeza por muchos datos que os ponga sobre la mesa- os repetiría lo que ya os he dicho en más de una ocasión, que los SUVs cuanto más pequeños, mejor.
Quzás por ello, y a pesar del reciente auge de los compactos familiares que son para mí lo mejor que puedes meter en tu garaje si quieres versatilidad en la ciudad y fuera de ella, como el Astra biturbo SportTourer que probamos recientemente, el mercado de los SUVs sigue siendo el ojito derecho del comprador tipo. Pero ese comprador ya ha empezado a reconocer los muchos problemas que da un SUV 4×4 de 7 plazas y las limitadas ventajas en su uso diario.
Por mi parte, no puedo estar más de acuerdo, porque un coche de esas características efectivamente que tiene un gran espacio interior perfectamente configurable según tus necesidades, pero esa versatilidad interior choca a veces con la versatilidad “exterior” porque a pesar de que puedas llegar a tu destino independientemente del lo abrupto del camino que elijas, al llegar hay que aparcarlo, y darle de beber, y cambiarle los neumáticos y os puedo asegurar que unos 225 50 con llanta de 18 no son en absoluto un regalo.
Por eso el cliente tipo de SUV está recalando en el segmento C SUV porque entiende que es más que suficiente para casi cualquier uso como moverse por la ciudad, viajar e incluso pisar un poco de tierra un día de fiesta. Pero ese cliente todavía puede dar un paso más, bajar otro segmento y echarle un ojo al segmento B SUV como al que pertenece nuestro Crossland X de hoy, que es, sin lugar a duda, el equivalente perfeco a esa botella de gel “tamaño viaje”.
Además, lo que lleva dentro del envase es de la misma calidad que la botella grande, ya que no necesitas un gran SUV para disponer de todo el equipamiento que hasta hace poco sólo estaba disponible en segmentos superiores, de hecho el diseño del salpicadero es casi un clon del salpicadero del Opel Insignia. Por su parte, los panelados de puerta cuentan con iluminación ambiente pero quizás sean poco trabajados en la zona de la manilla con un plástico duro y formas poco expresivas.
Salvo esas pequeñas pegas, el Crossland X dispone de un sistema Apple Car Play que es especialmente rápido y estable (más que en otras marcas que hayamos probado) pero como además es un OPEL, también puedes disfrutar del Sistema Opel Onstar que lejos de lo que pueda parecer es muy útil e intuitivo. El mejor complemento a las consultas que Siri no sabe responder.
Además cuentas con un Head up display muy vistoso -aunque con menos información que en otros modelos de la marca- un techo panorámico fijo con cortinilla transparente, limpiaparabrisas y luces automáticas, y un sistema de ayuda al aparcamiento con vista cenital que proporciona una única cámara trasera con la ayuda de un montón de software. Es un sistema curioso; al arrancar tienes un vacío delante pero en cuanto te empiezas a desplazar marcha atrás se va generando en los laterales la imagen que unos centímetros antes captaba esa cámara trasera, una cámara que además amplia la imagen cuando te cercas al coche posterior permitiendote unos aparcamientos super precisos.
Si echo en falta algo es un asistente de mantenimiento en carril activo, ya que el avisador casi no se oye y además entra demasiado pronto. Puede que te sorprenda el apoyabrazos central integrado en respaldo del conductor, con un tacto de sillón de dentista y que solo puede usar el conductor pero es lo suficientemente estrecho para que no moleste al usar la palanca de cambios sea cual sea el reglaje del asiento y eso se agradece en coches del segmento B. Por lo demás, todo lo que necesitas, incluso para largos viajes.
Y no hablamos ya solo de tamaño, porque es el propio mercado el que, a través de modelos como este Crosland X, empieza ya a echar por tierra un montón de ideas preconcebidas que hace muy pocos años nos habríamos creído a pies juntillas.
Tanto el Crossland X como el Grandland X representan ese cambio de filosofía con respecto a Mokka y Antara. No se puede decir que sean sus sustitutos, ya que son más ligeros y rodadores que ellos y les hace poder ofrecer un comportamiento mucho más redondo para el día a sía.
Que esto sea así es gracias a una tendencia seguida por Opel y por pocas marcas más que se basa en hacer los SUVs cada vez menos SUV y quedarse con lo que únicamente le ha interesado a sus compradores desde el principio, que es la estética y reduciendo las capacidades fuera de asfalto a la mimima expresión para que los coches vayan bien donde tienen que ir bien, o sea, en asfalto.
De este modo, el Crossland X, al tener de SV solo las apariencias, se puede llegar a comportar casi como un segmento B, con todo lo bueno que eso conlleva. Para empezar, el motor 1.2 turbo de 110 cv. hace que la dinámica no sea brillante , para eso puedes acceder a la versión de 130 cv. por 2000 € más, pero suficiente incluso para trayectos largos.
De todas formas no es oro todo lo que reluce, y encontrar el equilibrio perfecto no es fácil ya que siguen existiendo cabeceos, pero más longitudinales que transversales, ya que los últimos se palian en gran medida por el diámetro de las llantas y perfil de neumático. La suspensión tiene bastante recorrido pero con un tarado más bien firme. No llega al equilibrio del GLA pero es más que aceptable.
Respecto al motor, puede parecerte que un 1.2 turbo puede parecer poco, pero tal y como vimos en su día en el Nissan Juke, es más que apropiado para una conducción normal , aunque sí que presenta ciertas vibraciones por debajo de 2000 rpm. bastante acusadas. Parece que el motor se ahoga pero no es así, y aunque no tiene mucha respuesta, los consumos instantáneos en esas circunstancias no hacen pensar que estemos forzando el motor.
Prestaciones más que correctas para la filosofía del coche, centrándose sobre todo en la zona media, no hay mucho en bajas ni en altas y hay que hilar fino con el cambio para mantenerse en la zona dulce. Una lástima porque la palanca de cambios de recorridos muy largos y eso penaliza el placer de conducción.
Al final, el conjunto motor – chasis está muy bien conjuntado, arrojando unos consumos de los más correctos, como por ejemplo los poco más de 6 litros a los 100 a lo largo de un recorrido de más de 1.000 km. por autopista. Eso es medio litro más que un utilitario del segmento B con similar motorización, pero es el peaje que hay que pagar por tener un SUV.
Si piensas que con un utilitario del segmento B de gasolina no se puede viajar, te equivocas, y si ese segmento B es además un SUV como el Crossland X, todavía más, porque penalizarás muy poco en consumos y prestaciones comparando con SUVs más grandes, pero sin renunciar a todos los beneficios de los coches pequeños, es como una botella de gel que te durará todas las vacaciones pero que no te ocupará espacio en la maleta, con todos los componentes hidratantes y suavizantes de la botella grande y por solo 19.948 €.
Si además de leernos quieres escucharnos, aquí te dejamos el link al programa de radio Vuelta Rápida GT en el que además llamamos en directo a Opel On Star y los ponemos a prueba en pleno viaje. A partir del minuto 85.