No hay nada en el exterior de este Skoda o en este Opel que te haga sospechar la razón de por qué esa elegante berlina generalista te acaba de adelantar […]
No hay nada en el exterior de este Skoda o en este Opel que te haga sospechar la razón de por qué esa elegante berlina generalista te acaba de adelantar con esa solvencia. Tampoco encontrará tu suegra nada en su interior que le haga pensar que a su yerno le gusten los coches, digamos “picantes”. Vale que entre los dos suman 540 cv, pero lo guardan totalmente en secreto y cuando te lo dicen, ya es demasiado tarde.
Prueba y fotos por Fernando González Ferreira. @FUR_R.
En uno de ellos, el Superb, solamente encontrarás un pequeño emblema casi oculto que reza “Sportline”, una definición que estás acostumbrado a ver en muchos modelos que, como no llegan a ser “Sport”, pues le ponen ese “line” que viene a significar que son “casi Sport”. No hace mucho VW lo acuñaba en el Golf en sus modelos por debajo de los acabados GT y GTI, modelos cuyas motorizaciones estaban presentes también en modelos básicos pero que tenían una estética ligerísimamente más deportiva.
En el otro, el Insignia, no encontrarás ni ese emblema, ni ningún otro en el interior, todo es exactamente igual que el CdTi de 170 cv. que probamos hace unos meses. Salvo que en el portón trasera pone Turbo 4×4, como si eso significase algo hoy en día (lejos queda cuando esas palabras nos hacían temblar de gustito cuando en lugar de sobra un Insignia estaban sobre un calibra). Ese pequeño rótulo es tan discreto que de lejos podría poner MOKKA X y no notarías la diferencia.
Ricer VS Sleeper.
Ahora un poquityo de literatura. Ricer y Sleeper son términos muy usados en las culturas anglosajonas para definir dos tipos de coches en su relación entre su apariencia y sus prestaciones. Son términos antagónicos, y sólo uno de ellos puede aplicarse a este Superb Sportline TSI.
“Ricer”. Hay quien dice que “ricer” viene de “racer” pero pronunciado por un asiático – que suelen comer arroz (Rice)- Se aplica a modelos japoneses con modificaciones de dudosa efectividad, pero es extensivo a cualquier coche que bajo una apariencia deportiva, esconde una motorización discreta en línea con sus prestaciones. Es como ese sport-line que os comentaba antes; todo apariencia y poco corazón.
¨Sleeper” por su parte, se aplica a sofás que se convierten en cama, pero también a alguien que, después de haber sido ignorado o despreciado, alcanza de repente relevancia y éxito. Y a los Automóviles que soportan esta definición les pasa como a los sofás-cama; que parece que no pero al final resulta que sí….
Pero es importante que el buen Sleeper “parezca que no”, porque si no, sería un mero coche potente más. Por eso el Lancia Thema 8.32 o El Mercedes E500 parecían que no, pero sí, y otros como el Ferrari 308, o el 500 SL parecían que sí pero tambien -de hecho llevaban el mismo motor pero no se consideran Sleepers-.
Así que, tras estas disquisiciones, me parece más que científicamente argumentado, que tanto el Insignia 2.0 Turbo como el Superb Sportline 2.0 T, son exactamente eso; que parece que no, pero es que sí.
El Superb más gamberro frente a un GSI de tapadillo.
Si tuviese que definir el cliente objetivo de un Superb o un Insignia cualquiera, diría de él que se trata de un conductor que valora la comodidad, la tecnología, la calidad y la practicidad. Lo primero especialmente si hablamos de un Insignia y lo último sobre todo si hablamos de un Superb, más todavía si hablamos de sus versiones familiares denominadas como Combi o como Sport Tourer Respectivamente, pero estos que os traigo hoy son berlinas de tres volúmenes. Estas berlinas, sin dejar de poseer las anteriores características, ya que tienes ambas un maletero enorme, unas plazas traseras dignas de una berlina de representación y toda una dotación tecnológica de conectividad y seguridad, presentan otra virtud a mayores que es la de la elegancia y belleza de líneas.
A ese cliente objetivo de una berlina generalista no se le sospecha la más mínima intención de “despertar” de su cómodo y relajado rodar y meterte un hachazo en una autopista o carretera de montaña…
El Hachazo.
…Pero te lo acaban de meter. Porque este Superb lleva un motor 2 litros turbo de 280 cv, una caja de cambios DSG de doble embrague con unos desarrollos particularmente cerrados, ya que en 6ª a 100 km/h ya estás por encima de las 2000 vueltas. Además, en modo Sport apura las marchas casi hasta el corte haciéndolo tan estimulante como brusco al aparcar. Conclusión: Hace el 0-100 en 5.8 segundos y además suena fenomenal.
Su motor, con denominación interna EA888 es de los más prolíficos del grupo VW, y se presenta en muchos de sus modelos con potencias que van de los 180 del kodiak hasta los 310 cv del Audi TTS.
Con este motor, el TTS es más rápido que el Superb pero no es un sleeper. Bueno, ni tiene un maletero de 625 litros, ni unas plazas traseras monstruosas, ni la facilidad que tiene el Superb de poner en aprietos a muchos deportivos de pacotilla, porque no solo es rápido, amplio y cómodo, sino que además es increíblemente fácil de llevar al límite porque también tiene tracción total.
La Autoridad.
Si hablamos del Insignia Turbo, quizás lo que te acaba de meter no es un hachazo como el Superb, es más una “demostración de autoridad”. Porque independientemente de los 20 cv. menos del Alemán, su motor turboalimentado de dos litros rinde 400 Nm. frente a los 350 Nm del checo y unido a unos desarrollos más largos, pero escalonados en las 8 relaciones de su cambio automático, la fuerza no llega tan bruscamente, sino que es una especie de “derrame de caballos” que no cesa mientras vas subiendo marchas, de manera que tampoco te das cuenta que estás en velocidades de cárcel, pero estás. Sí que es cierto que el 0-100 del Insignia es muy discreto para su potencia -7.3 segundos- pero es un coche más enfocado a velocidades de crucero monstruosas más que a cambios de ritmo eléctricos.
Donde la caja de cambio del DSG del Skoda es todo efectividad, en el modo deportivo busca apurar las marchas hasta el corte (tanto que hasta parece incómodo si no tienes pista por delante para ir al ataque, en el Opel es todo progresividad. Y eso tiene una parte buena y otra mala. La buena es que no tienes ni idea en que marcha vas, pero tampoco te importa y la mala es que las levas no rirven para nada, porque con 400 Nm. de par puedes ir en 8ª casi todo el rato y coando quieres reducir para dar un “golpe de autoridad” tienes que pulsar la leva 4 veces para estar en zona prestacional de revoluciones, aunque puedes evitarlo hundiendo el pie en el acelerador, hacer kickdown y disfrutar del concierto.
Lo que no puede hacer este Superb Sportline ni este Insignia turbo es saltarse las leyes de la termodinámica. Con casi 300 cv y bien pasada la tonelada y media de peso, anchos neumáticos y amplios frontales, no esperes un consumo frugal. Durante la prueba ha sido difícil bajarlos de los 7 litros incluso en modo ECO. (modo Tour en el Insignia) pero no imposible. Bueno, ese es un muy buen consumo para coches de esa potencia, pensarás. Pero una cosa es alcanzar ese consumo y otro mantenerlo; Pisa a fondo para un adelantamiento y tardarás otros 30 km. en modo abuela en recuperar lo que has gastado en esos 5 segundos de “alegría”.
Y Es curioso que aunque la caja de cambios DSG del Superb se puede desacoplar y circular “a vela”, sigue conectada cuando viajas con el control de crucero, así que es uno de los pocos casos en los que el conductor puede arañar unas décimas al consumo si toma el control.
En cualquier caso en condiciones normales el consumo ronda en ambos los 10 litros, pero por otra parte es mucho coche por los 43.000 euros que pide Skoda o los 42.300 € que cuesta el Opel.
El Superb es algo más caro que el Insignia pero mucho más rápido, y tan rápido como un BMW 330 i, pero 6.000 e más barato. Por su parte el Insignia no es tan rápido pero tiene una dotación tecnológica que no encontrarás en la competencia como los faros matriciales de LED, los Asientos firmados por AGR o el sistema Onstar, que son en si mismos verdaderos argumentos de compra una vez que ya tienes claro que quieres gastarte lo que te costaría un SUV con 100 cv. menos en una berlina rapidísima, cómoda e infinitamente más refinada que cualquier SUVebordillos.
Sportline.
Sí que es cierto que hay un Superb 1.8 Sportline de 180 cv. que puede llegar a confundirse con el más potente, pero eso no le resta en absoluto encanto, si bien al contrario ya que refuerza el “elemento sorpresa” el verdadero Sleeper.
Ambas motorizaciones comparten interior. Un interior que navega entre lo deportivo y lo gamberro principalmente por esa línea de luz roja horizontal que te recibe cuando te subes a él en tu garaje y te recuerda que no estás en un Superb normal. A esto se añade un volante de cuero perforado con la base plana y unos asientos de piel y alcántara tipo backet que junto con algunas molduras símil fobra de carbono le dan el “toque” que esperas pero sin estridencias.
Ojo que ser un poco gamberro -para ser un Superb- no va reñido con el equipamiento o la seguridad. Por una parte goza de uno de los mejores sistemas de conectividad por intuitivo y versátil que es el Skoda connect y Skoda Smartlink+ y por otro dispone del Emergency Assist que hace que el coche puede llegar a pararse en el arcén si no detecta las manos del conductor en el volante.
Exclusive.
Por su parte, también es cierto que se acaba de presentar el nuevo Insignia GSI, que es lo más parecido que tiene Opel al extinto “dientes de sable” que era el insignia OPC, pero teniendo en cuenta que el GSI y el nuestro comparten motor, caja de cambios, chasis, modos de conducción y prestaciones, pues que quieres que te diga, si hablamos de coches para ajusticiar al enemigo, pues mejor el Exclusive que es todo discrección y serenidad. Es como cuando te adelantan en bicicleta y el fulano en cuestión va bien peinado todavía y ni siquiera suda, pues la humillación duele más.
Como el Skoda, tiene también su sistema de conectividad, pero a diferencia del checo, que lo que quiere es comunicarse contigo, a darte datos, a guardar tus estadísticas, el Opel OnStar está más orientado a comunicarte con los demás, a que te atienda una persona al teléfono como te mereces. Ambos son de lo mejorcito del segmento, y redondean dos productos espectaculares.
Cliente objetivo.
Si te compras un Skoda Superb de 280 cv. o un Opel Insignia de 260 cv. es porque eres un poco mala persona. En primer lugar porque te llevas unos de los coches con la mejor relación pecio/prestaciones/habitabilidad del mercado y eso da un poco de envidia. Puede que el Superb saque ventaja en rectas por aceleración, pero tampoco se escapará en curvas de la fantástica tracción total del Insignia. Al final, en plena recta o en plena curva lo vas a hacer, …no vas a poder evitarlo, le vas a hacer un “sleeper” al primer niñato que veas, y lo sabes.
Si además de leernos quieres escucharnos, aquí te dejamos el link al programa de radio Vuelta Rápida GT en el que hablamos de Sleepers – entre otras cosas- A partir del minuto 23.