Subaru Forester XT. Políticamente incorrecto.
Entre lo que predica la derecha y lo que promulga la izquierda, la corrección política es una banda cada vez más estrecha que hoy en día casi se reduce a […]
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Entre lo que predica la derecha y lo que promulga la izquierda, la corrección política es una banda cada vez más estrecha que hoy en día casi se reduce a […]
Entre lo que predica la derecha y lo que promulga la izquierda, la corrección política es una banda cada vez más estrecha que hoy en día casi se reduce a una delgada línea de pensamiento único.
Prueba y Fotos : Fernando González Ferreira. @FUR_R
En este escenario en el que cualquier cosa que digas (o tuitees) va a ser odiada por bastante gente y si hablamos de SUVs, todo lo que no sea un diesel o híbrido de 150 cv con un autoproclamado sello “premium” va a ser puesto en duda, va Subaru y se sale de la línea ofreciéndonos un todoterreno que hace el 0-100 en 7.5 segundos y que casi podría hacerlo también sobre tierra y piedras.
En la derecha de la corrección automovilística (no necesariamente política) hay sitios donde dicen que lo que tienes que comprar es un familiar con el que disfrutar de una vida activa en familia (aunque no tengas familia). Comprar un coche amplio lleno de huecos para llenarlos de objetos y que dejen así de ser huecos . Comprar un coche modulable para poder configurar múltiples espacios el día que lo compras y que luego sabes que ya no cambiarás jamás.
La derecha automovilística te dice que el coche tiene que ser alemán, o premium, que es como llaman las marcas no alemanas a sus coches que parecen alemanes.
La derecha dice que cuanto más grande más seguro, que diesel por supuesto, automático y con todas las ayudas tanto las necesarias como las innecesarias.
Dicen que la satisfacción sólo la encontrarás si tienes 7 plazas y eres capaz de llenarlas con tu prole o la prole de los vecinos, que todo lo demás no es “llevar una vida activa”.
A la izquierda de la misma corrección automovilística también se dice que un coche tiene que ser sostenible aunque haya que fabricar 300 kg. de contaminantes baterías para conseguirlo. Que sea híbrido aunque tenga 300 cv.de potencia y que el motor térmico sea de gasolina porque el diésel es el demonio reencarnado.
La izquierda está convencida que los todoterrenos tienen que ser urbanos, no vaya a ser que los uses en el campo y molestes al pajarillo local. Que los coches tienen que ser lo más autónomos posible y que te avisen cuando piensan que estás cansado porque tú como conductor no vales una mierda.
La izquierda piensa que mejor que aparque solo, que frene solo, que gire solo, porque eres un paquete al volante y no sabes lo que mide tu coche, no vaya a ser que el resto de los padres que se practican el habitual “escrache” multitudinario a la salida de los colegios te vean rascándolo contra un bolardo, o ya puestos, contra el propio edificio del colegio dentro del cual te gustaría, por cierto, poder aparcar.
Lamentablemente ni la derecha ni la izquierda se equivocan demasiado, porque como hemos dicho aquí muchas veces: No hay coche malo sino comprador equivocado, y en este país hay mucho comprador de derechas y de izquierdas.
Por eso Subaru apela a un tipo muy determinado de comprador, alguien que por la mera elección de una marca como Subaru ya se define como “antisistema”. Alguien que entiende que un deportivo no es solo para el asfalto, que un todoterreno tiene el mismo derecho de consumir 10 litros a los 100 tanto en una camino con profundas roderas y piedras como subiendo un puerto de montaña. Un tipo que, si le da la gana, podría pilotarlo en un circuito de tierra como si fuera un carcross y llegar a casa con el coche sucio pero la conciencia limpia.
Y sé que este “cliente objetivo” no es fácil de encontrar, pero como tampoco lo es el que necesita – y lo digo entre muchas comillas- un SUV 4×4 de 7 plazas y 45.000 € y anda que no vemos por la calle gente subida en ellos y ellos a su vez subidos a algún bordillo cerca de un centro comercial.
Este XT es la versión más extrema del Subaru Forester. Un Todoterreno diseñado desde su origen para ser dinámicamente perfecto, con su motor bóxer longitudinal y su tracción total simétrica permanente.
Sin desmerecer en absoluto su versión diésel, con la que comparte arquitectura, el motor de este Forester XT es el 2 litros del Subaru BRZ pero dopado con un turbo que le proporciona un total de 240 cv. y 350 Nm de par.
En carretera el XT es un tiro. Esos 7.5 segundos en pasar de 0 a 100 km/ son más propios de un compacto deportivo que de un SUV. Su suspensión está claramente orientada a la deportividad, a diferencia de sus hermanos de gama, que llevan un tarado mucho más suave y unos recorridos de suspensión ligeramente más largos.
El XT se conduce como un turismo salvo por la postura de conducción, quizás un poco más erguida de lo que nos gustaría pero en absoluto incómoda. De hecho puede que la agradezcas en algún que otro viaje largo a velocidad de crucero alta. Eso sí, los consumos también son altos superando fácilmente los 9 litros. Y digo altos quizás para un compacto deportivo pero más parecidos de lo que piensas a cualquier SUV con motores diésel con 40 cv. menos como un Hyundai Santa Fe, un Ford Edge o similares.
Como el Subaru STI (bueno o como el Levorg, que no nos vamos a volver locos) tiene 3 modos de conducción, Normal (i), Sport (S) y Jalapeño (S#), y la verdad es que es brusco en todos ellos, por lo que te recomiendo que lo pongas permanentemente en modo jalapeño y ya que vas a pegar con la cabeza en el reposacabezas, pues que parezca que lo has hecho a propósito.
Capítulo aparte merece el cambio de variador continuo lineartronic. Esta caja de cambios con marchas infinitas siempre hemos dicho que casa mejor con motorizaciones diésel y que en esos casos es realmente progresiva y adecuada incluso para conducción deportiva siempre que no actúes sobre las levas. En este Forester XT esa progresividad desaparece porque tiende a buscar el “punto picante” en el que el motor es más prestacional y se empeña en simular los saltos en las marchas. En ese momento efectivamente las transiciones subiendo no son tan suaves como las reducciones (al contrario que en otras cajas), pero lo bueno es que con cada marcha más el coche te regala una aceleración extra fruto de la inercia que propulsa el coche un par de metros hacia delante y eso está pero que muy bien en las salidas de los semáforos.
En campo es un poco más delicado. Efectivamente tiene par, tracción y electrónica suficiente para superar cualquier pendiente, pero esa configuración más deportiva hará que notes más las irregularidades y la llanta de 18 con 55 de perfil (el resto va con 17 pulgadas y 60 de perfil) puede llevar algún pellizco si te pasas, pero ojo, que la altura libre al suelo se mantiene en 22 cm. y ya sabéis que 22 cm. es un montón.
Así que con la tracción total simétrica permanente de la casa y unas ruedas mixtas te quedarás sin empastes pero podrás levantar una polvareda en pistas en buen estado dignas de que te detenga la Guardia Civil.
Nunca lo afirmaría por escrito en una prueba como esta, pero este Forester está diseñado específicamente para ello, para que te lleve preso la benemérita. Que por algo este coche desafía las leyes de la lógica y si me apuras los planes urbanísticos y cualquier tipo de norma de etiqueta y todo, todo, por unos redondísimos 40.000 € de felicidad y desobediencia civil.
Cliente Objetivo.
Alguien que, naturalmente, no está contaminado por la fiebre de los todocaminos tal y como la conocemos, pero que valora la practicidad del formato SUV y la suavidad y elasticidad de un buen motor de gasolina. Bueno, valorar la valorará, pero en su furo interno quiere un coche que sea capaz de “volar bajo independientemente de lo que tenga debajo”.
Impresionante
Con tu permiso, me lo guardo, para poder disfrutarlo durante muchos años….
No se si podría añadir algo más, pero estoy de acuerdo en todo lo que dices y refleja fielmente el porqué me he comprado mi tercer subaru y porqué conservo los tres.
Enhorabuena y un saludo.
Juantxo
Muchas gracias por tu comentario , Juantxo !
Felicidades! El mejor artículo que he leído en años…verdades como puños.
Excelente artículo, cuya mayor virtud es la de ser políticamente incorrecto, que es como ahora se designa a la hipocresía sistemática y generalizada. El Forester es un vehículo para los que les guste conducir por asfalto y por pistas forestales sin que les cueste un ojo de la cara tamaña versatilidad, con una estética que pasa desapercibida en un mundo de vanidosos. Un vehículo para entendidos que saben lo que quieren sin necesidad de postureo de cara a la galería. Lástima que la red de concesionarios esté tan poco extendida: a los ingenieros de Subaru les haría falta un artista en diseño…
Es un auto con diseño simple, pero que te ofrece mucho por lo que vale