MITSUBISHI ASX Di-d Kaiteki. Una segunda “primera impresión”.
Dicen que no hay una segunda oportunidad de crear una buena primera impresión. Pues sí la hay. Este ASX es la prueba de ello. Texto y Fotos: Fernando González Ferreira. […]
El mejor programa de motorsport de la radio española
Dicen que no hay una segunda oportunidad de crear una buena primera impresión. Pues sí la hay. Este ASX es la prueba de ello. Texto y Fotos: Fernando González Ferreira. […]
Dicen que no hay una segunda oportunidad de crear una buena primera impresión. Pues sí la hay. Este ASX es la prueba de ello.
Texto y Fotos: Fernando González Ferreira. @FUR_R .
Hace unos años probamos la primera generación del Mitsubishi ASX y lo hicimos en la forma de su modelo tope de gama con el motor 2.2 diésel de 150 cv de potencia, tracción total, cambio automático y el acabado más alto.
Sobre el papel era más potente, más campero, más urbano y más de todo. Quizás por ello le llamamos el Todocamino Urbano, porque realmente era muy bueno en caminos y excelente en ciudad.
Lamentablemente su cambio automático y sus suspensiones le hacían perder puntos en carretera. Su precio, sin ser estratosférico, no era barato, con lo que le hacían un coche con tantas luces como sombras. Encontrarnos no fue un choque de trenes, pero digamos que tampoco nos enamoramos.
Y ahora llega este modelo 2017, con un restyling mucho más apropiado que el de su primo de Zumosol, el Outlander, pero que en este caso, cuenta con un motor de solo 1.6 litros y 114 cv., tracción a las ruedas delanteras y cambio manual. Con estos mimbres podréis pensar que la cita no va a terminar con un amoroso morreo. Pues os equivocáis.
Porque este ASX ha resultado ser uno de los SUVs más agradables de conducir, equilibrados, versátiles y frugales de los últimos que hemos probado en VRGT.
Aquel motor de 150 cv. Tenía 36 cv. Más, sí, pero tenía tanto par, tan abajo que no era difícil perder tracción (y dirección) a poco que te pasases con el acelerador en giros cerrados. El nuevo 1.6 no tiene tanto par, pero con 270 Nm. Es más que suficiente para que no lo eches en falta y además podrás usar el pedal derecho con alegría sin miedo a montar un escándalo.
Por su parte, el cambio manual no sólo es suave y certero, como cupido, sino que además de colaborar en bajar el consumo, te hace percibir de manera más clara esa zona dulce entre las 1.800 ron y las 3.600 en la que el ASX da lo mejor de sí. He probado todo caminos con casi el doble de potencia que no transmitían tanto “punch”. En cualquier caso tiene una pega, y es que entre la 5 y 6 velocidades hay apenas 200 rpm, por lo que reducir en un repecho de autopista no te va a salvar la vida y lo que debería ser una marcha de desahogo, pues no desahoga lo suficiente.
Con un motor que es suficiente, y una caja de cambios que hace su trabajo no vas a buscar prestaciones puras, pero por lo menos te garantiza que te incorporarás a la autopista con solvencia, y si quieres subirte un puerto de montaña para quitarte la carbonilla, pues notarás esa fantástica sensación de juguetear con el límite del coche sin recurrir a velocidades de cárcel, a lo que ayuda, y de qué manera, una dirección que ya no es importunada por el exceso de par y que ofrece un tacto de coche mucho más ligero de lo que esperas. Quizás lo que no está solucionado del todo es un cabeceo marcado en cambios de apoyo, propio de casi cualquier SUV y una tendencia a copiar cualquier irregularidad del asfalto, pero nada importante.
De hecho durante la prueba recorrí casi 2.000 km. Por autopistas, carreteras y pistas en buen estado y habría recorrido otros 2.000 más con sumo gusto.
Tracción delantera, sí, pero con los controles de estabilidad calibrados por Mitsubishi, lo que te permite circular por caminos sin que un control de estabilidad demasiado conservador te agüe la fiesta y que sigue funcionando muy bien en asfalto con lluvia o meteorología adversa.
Versátil también por su interior, cómodo y buen rematado y con una buena dotación de seguridad activa y preventiva. Con un control de crucero que funciona muy bien, cámaras de ayuda al aparcamiento y un sistema de entretenimiento más que correcto.
Asientos cómodos aunque con poco apoyo lumbar, y suficiente flexibilidad en las configuraciones de la segunda fila de asientos y un techo panorámico de tropecientas pulgadas.
Y ya que íbamos de viaje, sacamos todo el jugo a un maletero que, más que amplio, es de formas muy regulares y con la posibilidad de retirar la bandeja de poliestireno que hay bajo un doble fondo y poder acomodar las maletas más grandes o bien usarlo para alojar objetos delicados del tamaño de un portátil sin que se golpeen con nada más.
Hasta este ASX siempre había recomendado evitar la combinación 1.6 diesel + SUV. Principalmente porque en los modelos que había probado casi nunca funcionaba bien, o al menos no tan bien como en sus equivalentes compactos del segmento C. De hecho en algunos casos, excelentes motores de esa cilindrada mordían el polvo al pelearse con los rozamientos e inercias de algunos modelos. Una vez más no es el caso.
Y si lo fuese podríais pensar que un motor pequeño, llevando un SUV de 4.33 m. Penalizaría en consumos. Error de nuevo. Con una media de 6.1 litros/100 km. En 2.000 km. Creo que es más de lo que se puede pedir.
El ASX sí ha aprovechado esa segunda oportunidad para enamorarnos, y lo ha hecho de la mejor manera, entendiendo lo que necesitamos de un SUV y dándonoslo por 25.150 €.
El Mitsubishi ASX es un buen coche, pero dentro de su gama hay combinaciones que se adaptan mejor o peor a según qué tipo de cliente. De entre todos ellos este 1.6 con cambio manual es un verdadero acierto sea como sea tu conducción y con el acabado Kaiteki te lo llevas alicatado hasta el techo. De todas formas, la verdadera compra maestra sería con el acabado Motion o Challenge, más sencillos que el Kaiteki, pero a un precio de derribo.