Citroën C-Elysèe 1.6 Blue HDI Executive. El buen vivir.
Qué fácil es acertar cuando el dinero no es un problema. Un restaurante con estrellas Michelin, un Parador Nacional de Turismo, un buen traje, elige este nivel de calidad y […]
El mejor programa de motorsport de la radio española
Qué fácil es acertar cuando el dinero no es un problema. Un restaurante con estrellas Michelin, un Parador Nacional de Turismo, un buen traje, elige este nivel de calidad y […]
Qué fácil es acertar cuando el dinero no es un problema. Un restaurante con estrellas Michelin, un Parador Nacional de Turismo, un buen traje, elige este nivel de calidad y siempre será un éxito. Con los coches es parecido.
Texto y Fotos: Fernando González Fereira. @FUR_R.
Es relativamente fácil construir cosas caras. Es sencillo hacerse una bicicleta de más de 5.000 €; basta con un cuadro de carbono y equiparlo con los mejores componentes del mercado. Igual de fácil que prepararte una buena mariscada, trae el mejor género y deja que lo prepara alguien con experiencia. No hay fallo.
Con los coches no es tan fácil, pero la receta sirve. Elige un buen equipo de diseño e ingeniería, dales presupuesto y tiempo para gastarlo. Construye un centro de desarrollo en Alemania, y otro en Japón, por qué no. Equípalo con una amplia variedad de motores, cuanto más potentes mejor y dimensiona el bastidor para asumir esas prestaciones, habla con ZF o Getrag y que te produzcan sus mejores cajas de cambio, con Brembo para los frenos o Recaro para los asientos. Adereza la mezcla con una buena inversión en marqueting y ya tendrás un producto a la venta digno de llamarse “premium”
Pero nuestro coche de hoy no es del segmento premium. Nuestro coche es un vehículo creado para “mercados emergentes” un vehículo que con 15.600 € cuesta lo que un VW Polo diésel pero tiene más espacio, más capacidad de maletero, más potencia.
Sabemos que nadie da duros a cuatro pesetas, así que la pregunta es ¿Dónde ahorra Citroën cuando fabrica el C-Elysèe para ofrecer tanto coche a ese precio?
Decías en aquel programa infantil de los 80´s llamado “La Bola de Cristal” que – Solo, no puedes, con amigos sí- y eso es lo que hace Citroën para equipar sin duda lo mejor de este C-Elysèe, su motor.
Porque el 1.6 HDI de 100 cv. y 254 Nm de par mueve no ya con soltura, sino con autoridad, los 1.165 kg. que pesa el coche, y si bien el turbo presenta un poco de retardo y la fuerza en altas se acaba pronto, puedes lograr cierta satisfacción si te centras en su zona media.
Al final, este motor es todo una garantía, ya que lo montan también modelos como el Peugeot 308, el DS4 , berlinas del segmento D como el 508 o incluso modelos premium como el DS5, eso sí con un nivel de potencia mayor, pero extraído del exactamente el mismo bloque. Esto es a lo que se llama sinergia.
No parece muy ahorrativo que un motor presente en una marca premium sea adoptado por nuestro humilde “coche emergente”, pero cuando consigues repartir los costes entre tantas y tantas unidades fabricadas, los números empiezan a salir. Quién sabe, quizás el margen económico que genera un Blue HDI en un DS equilibra el menor margen que se puede sacar en un C-Elysèe, hasta no parecería descabellado que dicho margen fuese inexistente y el motor nos lo vendiesen “a precio de coste”.
Tacita a tacita.
Volvemos a la tele de los 80´s y se me viene a la cabeza un anuncio de Carmen Maura para “Café Monky” que sisaba a su marido poniéndole ese café low cost con el que “tacita a tacita” se iba a comprar un abrigo de zorro blanco anuncio de Carmen Maura . Obviando lo políticamente incorrecto del 90% del anuncio, entre lo que destaca la abnegada esposa que le prepara a su marido el café, marido que se sobreentiende que paga las facturas y que tampoco le importa con quién esté hablando su señora mientras lee el periódico, aprendimos que con la suma de pequeños ahorrillos el resultado final sí puede ser importante.
Quizás sea por eso que el Citroen C-Elysèe, incluso en esta versión “Exclusive” que es la tope de gama no tiene un sólo botón en el volante, ni en las puertas y tampoco hay ni una sola luz ni botón de apertura en el maletero. Los reposacabezas traseros tampoco son regulables, los recubrimientos del maletero son parciales, el cambio manual es de solo 5 vel., solo tiene dos válvulas por cilindro y todas las pantallas son de fósforo naranja… sí, como en los 80.
Pero el caso es que, poco a poco, el C-Elysèe va eliminando metros de cableado, algún que otro mecanismo, algún elemento que no se usa demasiado y al final consigue rebajar tanto precio como peso, y eso es siempre una buena noticia. Salvando el navegador, que personalmente me parece un extra prescindible en favor de sistemas portátiles más baratos y actualizables, tiene lo esencial que tiene que tener una berlina de hoy en día, como ayuda al aparcamiento trasero, bluetooth, control de crucero, USB y algún detalle más.
Quizás en lo que no debería haber ahorrado Citroën sería en su encargado de ergonomía, quizás si le hubiesen dado algo más de carrete podría haber solucionado el tema de los dos mandos satélites de control de velocidad y teléfono que no veis en las fotos porque los tapa el enorme volante. Quizás debían haberle pagado alguna hora extra más al responsable de calidad y así no nos llevaríamos a casa algún que otro ruido aerodinámico proveniente del ajuste de alguna puerta. Pero sabemos que estas medidas habrían subido la cuenta del coche y que no necesariamente le harían mejor producto.
Cómprelo. Decía Manuel Luque, director general de una empresa de detergentes en otro anuncio de los 80. Aquí sí tienes alternativas tan válidas como el C-Elysée, desde su gemelo el Peugeot 301 hasta los Seat Toledo/Skoda Rapid, un poco más dinámicos, algo más caros, pero con un carácter similar.
Puede que a algún sibarita le parezca que hay mucho de los años 80 en este C-Elysèe. Personalmente yo identifico una cosa en común, y es que como entonces, estamos pasando un momento económico difícil, un momento en que lo verdaderamente complicado, como pasaba en los 80, era sacar adelante una familia entera con un solo sueldo (y a veces ni eso), apañártelas para regalarle a los tuyos unos días de vacaciones al año, aunque fuese en el pueblo, hacer encaje de bolillos con la ropa, los libros, los imprevistos, y además hacer todo esto con una sonrisa y con todo el cariño del mundo.
Quizás por esto y solo por esto el C-Elysèe nos recuerde a los 80´s , una época tan difícil como evocadora… No sé qué dirían los vuestros, pero si mi padre hubiese visto un coche como el C-Elysèe en los 80 habría pensado que el futuro no iba a ser tan malo como nos lo pintaron.
Cliente Objetivo.
No es el coche de tus sueños, pero si necesitas mucho coche y lo necesitas ya, el Citroën C-Elysèe es el vehículo perfecto para esperar a que esos sueños se hagan realidad.