Vuelta Rápida GT

El “geocaching” es una juego de moda que se basa en esconder pistas, coordenadas o instrucciones en la ciudad o el campo y que te van llevando de un punto a otro hasta encontrar el “tesoro oculto”. Aquí toda la vida se le ha llamado jugar al “frío-caliente”, y en el M4, como en el juego, lo más divertido es buscar.

Nosotros hemos buscado la “M” en parques, en carreteras, en autopistas y hasta en circuitos, ¿La habremos encontrado?.

Texto y Fotos: Fernando González Ferreira. @FUR_R .

Un buen día te encuentras con el nuevo M4 en el garaje, que encima es descapotable de techo duro y piensas que quizás la serie M ya no es lo que era, que mucho peso comparado con el E30, que demasiado complicado comparado con el E36, que pocos cilindros comparado con el E92… Las decepciones suelen estar al nivel de las expectativas y cuando pruebas un M te puedo asegurar que si no es merecedor de “la letra más poderosa del mundo” se puede considerar como una traición a toda una dinastía de deportivos. Así que comienza el juego, busquemos la “M”.

Frío, trío…

Hay quien dice que los interiores de los BMW son todos iguales , también hay quien ve en la discreción una suerte pánico a fracasar. También hay quien piensa que un Serie 1 de 100 cv. no puede tener el mismo volante, botones de la radio o aireadores que un M.

Pero el tema es que mientras me pongo la bufanda y el gorro en el garaje me fijo en lo bien rematada que está la capota dura de este nuevo M4, quizás por eso es un poco lenta de accionar, pero desde dentro tienes que fijarte en una ligerísima holgura que hay en la parte superior de las ventanillas para darte cuenta que no vas en la versión coupé. Incluso cerrada proporciona muchísima visibilidad gracias a la ausencia del pilar B y por las generosas dimensiones de la luneta trasera.

Vale que los M Cabrio nunca han ido tan bien como los coupés, pero el sistema del M4 está tan bien hecho, tanto a nivel mecánico como estético que casi te quedas sin argumentos para sacar tu lado purista y defender que un M3, perdón un M4, tiene que ser coupé para merecer la M.

A diferencia de lo que sí ocurre en la serie “i” de BMW, que parte del chasis esté realizado a base de plásticos reforzados con fibra de vidrio o PRFC no es algo que se vea desde fuera, pero ahí está, ahorrando gramo tras gramo en pos de un mejor comportamiento dinámico. Es un cabrio, sí, pero un fantástico cabrio.

Templado, templado…

Son las 8 de la mañana, hay unos 2 grados en la calle, pero voy descapotado. He elegido un domingo por la mañana para no molestar a la familia. Circulo con la radio apagada e incluso voy más despacio de lo habitual a pesar de que no hay ni la mitad de tráfico que de costumbre.

Hace frío esta mañana , pero la climatización funciona muy bien, en primer lugar por su potencia y en segundo lugar porque también tienes unas toberas en los respaldos que te calientan la nuca. Vuelvo a sonreír porque estoy cómodo a 2 grados de temperatura, el interior forrado en cuero rojo parece que también ayuda a subir la temperatura.

Un M4 no es un modelo con el que te hagas en media mañana, hay que hacer los deberes o no te enterarás de la lección al día siguiente. Es un coche complejo, lejos de la simplicidad técnica de, por ejemplo, el Ford Mustang. Vas a tener que tener el manual del usuario cerca y seguir sus instrucciones al pie de la letras o te perderás en la maraña de opciones y funcionalidad que ofrece este M4 en esta particular Gymkana.

Su equipamiento incluye tecnologías más propias de una gran berlina que de un deportivo pura raza, a saber: Detector de ángulos muertos con vibración en el volante, asistencia a la frenada de emergencia, control de crucero activo, protección activa para situaciones de accidente críticas, llamada inteligente de emergencia y asistencia en carretera.

Ahora la sonrisa es más de confianza que de ir calentito. Confianza por saber que el M4, a pesar de que la serie M siempre ha tenido mala leche, no te va a arrancar la cabeza, o mejor dicho no va a dejar que te la arranques tú porque es mucho más inteligente de lo que piensas. Por eso no te confíes ni te quedes con lo rápido que es, mejor que le dediques tiempo y conversación, porque este cuidado y equipado interior incluye todo lo que puedes necesitar en un coche a nivel de seguridad, confort, lujo y tecnología.

Caliente, caliente….

Porque “M” es de Motorsport, “M” es de Misil, “M” de Madre-mía, “M” de… ¿Miedo?.

Bueno, 431 cv. y 550 Nm de par pueden acongojar a muchos conductores, un 0-100 km/h en 4.4 seg. también, pero no, miedo nunca. Lo que sientes cuando te interpones entre un motor de 3 litros y 6 cilindros con doble turbo y un escape M-Motorsport y pisas el acelerador con contundencia no es miedo, sino una avalancha de nervios como los que sentiste justo antes de tu primer beso con lengua. Caliente, caliente.

Ya casi hemos encontrado el tesoro, pero incluso aquí no debes dejarte llevar por las prisas y olvidar que hay que seguir las pistas.

El rapidísimo cambio M-DKG que es capaz de unir dos mundos; el de la suavidad de los cambios de doble embrague y el de la brutalidad de los antiguos SMG. La unión se hace de una manera muy inteligente, con unas leyes de cambio tan bien escogidas que se miran de tú a tú al absolutamente perfecto PDK de Porsche, adaptando el momento del cambio al modo de conducción elegido casi como lo haría el mejor piloto. Pero además, deberás conocer todas sus opciones para sacarle todo el partido.

Sobre todo porque puedes pre-configurar los botones M1 y M2 en el volante seleccionando el modo eco, normal, sport o sport+ por una parte y la servodirección, el control de estabilidad o la dureza de la suspensión de modo totalmente independiente.

Nosotros pre-cargamos las opciones más extremas, en uno la configuración más tranquila, en la que prima el bajo consumo, suavidad de amortiguación, dirección ligera y todos los controles activados y en el otro la más deportiva dura y nerviosa. Así, si la situación te supera, puedes tranquilizar a tu M4 instantáneamente, o si al contrario, es la situación la que te lo pide,  pulsar el botón del pánico y hacer que sean los demás los que tiemblen.

En cualquiera de los casos, siempre tendrás un motor muy lleno desde abajo, casi como un diésel desde 1.850 rpm y con una impresionante estirada hasta los 7.300 rpm, como un atmosférico. No tengas miedo, el M4 es tan configurable que siempre se adaptará a ti. Siempre que sepas lo que llevas entre manos, naturalmente.

Lo que no es tan adaptable es su consumo. Podrás subirlo de 20 l/100 km. en conducción deportiva pero dudo que seas capaz de bajarlo de 10 incluso en modo ECO sin perder los “nervios”.

Te quemas, te quemas!!!

Te quemas porque el M4es un auténtico M a pesar de ser un descapotable, es más, salvo que estés en circuito retorciendo su chasis curva tras curva, ser descapotable te permite oír su sonido con más nitidez. No tiene los excesos formales de un Lexus RC-F o un GTR R35 pero su discreción no va reñida con su seriedad.

Es un auténtico M a pesar de su extensísimo equipamiento. Una tecnología que necesita de la participación activa de su propietario para sacarle todo el partido. De nada sirve un Chasis M adaptativo si no lo usas, ¿De qué sirve el M drive si ni siquiera sabes lo que es? (Por si acaso: Permite el ajuste de dirección Servotronic, suspensión y DSC). De hecho casi se puede decir que es un auténtico M gracias a todo su equipamiento.

Y naturalmente que es un auténtico M porque si no te dejas intimidar por sus prestaciones y comportamiento delicado disfrutarás de un deportivo capaz de sacar lo mejor de ti. Así que ahora que has encontrado el tesoro, ¿Por qué no lo escondes de nuevo y salimos otra vez a buscarlo?.

Si además de leernos quieres escucharnos, aquí te dejamos el link al programa de radio Vuelta Rápida GT en el que hablamos de este digno heredero de la saga con la letra más poderosa del mundo. A partir del minuto 1:33.00.

FICHA TÉCNICA

BMW M4 CABRIO DKG