Prueba: Mini John Cooper Works. Vísteme despacio…
… que tengo prisa. Esa frase tan famosa, creo que se le atribuye a Napoleón. Se la decía a su ordenanza antes de alguna cita importante. Dicen que Napoleón era […]
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… que tengo prisa. Esa frase tan famosa, creo que se le atribuye a Napoleón. Se la decía a su ordenanza antes de alguna cita importante. Dicen que Napoleón era […]
… que tengo prisa. Esa frase tan famosa, creo que se le atribuye a Napoleón. Se la decía a su ordenanza antes de alguna cita importante. Dicen que Napoleón era un señor pequeñito y con mal genio. Al Mini John Cooper Works le pasa más o menos lo mismo. Mide poco menos de 3,9 metros de longitud pero tiene nada menos que 231 CV bajo el capó, por lo que es como una hormiga atómica. Ahora bien, para sacarle todo el jugo y disfrutar de verdad, mejor que hagas las cosas con calma.
Por Enríquez de Salamanca. @Runisvaiden1. Fotos: Fernando González ferreira.
Si te vistes a toda prisa para irte de juerga (¿hay alguna cita más importante?), seguramente te lo pasarás bien de todas formas, pero luego se te saldrá la camisa por fuera, los zapatos se comerán los calcetines y por la noche pasarás frío por no haber cogido algo de abrigo.
Con el Mini JCW te va a pasar exactamente lo mismo. Nadie discute que te lo vas a pasar en grande, pero,si te vistes con calma, la fiesta puede ser mejor, mayor y sin resaca.
El local
Esta versión JCW del Mini no solo es la más potente fabricada hasta ahora. Tiene elementos exclusivos como el alerón, los faldones laterales, trasero y delantero, entre otros detalles para mejorar la aerodinámica.También el color verde inglés (Rebel Green) está reservado para el JCW.
Por dentro —muy bien cuidado y acabado, con el aire inconfundible de Mini y mil y un guiños a la deportividad—, los nuevos asientos tipo bacquet sujetan bien el cuerpo y, al fin, permiten acceder a los reglajes de inclinación del respaldo o de altura de la banqueta con mayor facilidad que antes. Detrás hay sólo dos plazas que se reparten la poca anchura disponible, aunque los mayores problemas están en la altura y, sobre todo, el espacio para las rodillas. ¿El maletero? Tiene.Y hasta tiene doble fondo. Curiosamente, los respaldos se abaten de forma asimétrica, robando al pasajero de la derecha el apoyo lateral izquierdo.
La gran pantalla circular central, la botonera de la consola y los mandos que hay junto a la palanca de cambios son el sello inconfundible de la marca, al igual que la instrumentación tras el volante —que no se lee tan bien como el Head-up-Display opcional— y el juego de iluminación con colorines varios del interior. En resumen, información para aburrir y posibilidades de configuración casi tan infinitas como las opciones de equipamiento.
Selecto ambigú
Pero no todo es imagen. El Mini JCW trae cambios en motor y chasis de lo más eficaces, siempre y cuando te guste conducir. Por ejemplo, el motor ha aumentado de cilindrada, de potencia y de par con respecto al anterior JCW: de 1.6 a 2 litros, de 211 a 231 CV y de 280 a 320 Nm, respectivamente. Es el mismo motor del actual Mini Cooper S pero retocado en admisión, escape y presión de soplado del turbo, entre otras cosas. Es un motor que empuja con ganas desde ralentí hasta el corte, pero creo que su mejor carácter lo saca a bajo y medio régimen.
Suspensión, soportes de motor y estabilizadoras también se han puesto a la altura y aquí volvemos al tema de la vestimenta. Porque el Mini, casi cualquier Mini, pero especialmente el de tres puertas y más aún el JCW, tiene un comportamiento dinámico similar al de un kart. Tan ligero, ratonero y rápido de reacciones, que te incita a pilotar y a hacerlo de forma agresiva. Pero, como sucede en un kart, ésa es la mejor manera de ir más lento.
La fiesta
La tentación de dar volantazos para descolocar el coche, de apurar la frenada a lo bestia y de dar pisotones al acelerador antes de tiempo es garantía de perder tiempo. Básicamente porque el eje trasero no se mueve, salvo que desconectes el ESP del todo y hagas alguna burrada. Al contrario, solo lograrás que el coche se vaya de morro. Así que, si quieres eficacia, frena y reduce en el sitio exacto, gira el volante lo justo para no perder demasiada velocidad de paso por curva y pie a fondo cuando lo tengas claro. De esta forma, no sólo irás más rápido sino que también sacarás mejor partido del EDLC —una especie de diferencial autoblocante electrónico— y del Performance Control, que combina todas las ayudas para obtener una mayor eficacia en el paso por curva.
Los frenos, que por cierto son Brembo, tienen un carácter parecido al del coche: inquieto, pero no inseguro. El Mini JCW parece que va leyendo cada milímetro del asfalto para medir la adherencia disponible y adaptar la presión con que las pinzas muerden los discos. Al principio no te inspira confianza, porque las reacciones parecen demasiado vivas, pero el resultado es sumamente eficaz y en un par de frenadas le coges el tranquillo.
En función del modo de conducción elegido Green, Mid o Sport (eco, normal y deportivo para los cristianos), la suspensión puede ser bastante firme, firme o muy firme y también cambia la forma en que responden la dirección, el acelerador o el cambio. Un cóctel ideal para rutas de montaña con buen firme, porque al Mini JCW no le va la ciudad, tampoco las autopistas y mucho menos las carreteras con muchos baches. Sobre firme roto, la suspensión me parece demasiado seca.
Por cierto, un par de detalles más: el modo Green activa la “navegación a vela” en retención y puedes elegir el grado ecológico de la climatización y del sistema de recuperación de energía; el modo Sport puedes configurarlo para que afecte solo al motor y al cambio o a la respuesta del chasis.
La resaca
Te prometía al principio que esta fiesta, a la que has ido perfectamente conjuntado no iba a tener resaca. Bueno, tal vez resaca no, pero salir de juerga siempre acaba pasando factura. Y es que este Mini John Cooper Works con cambio Steptronic de convertidor de par anuncia un consumo medio de 5,7 l/100 km. Una cifra inalcanzable aunque seas el pagafantas del guateque y vayas siempre en modo Green. Como poco, 7 de media y ya está bien, pero si te animas a salir a la pista de baile y te dejas llevar por el petardeo y el empuje del motor o las cualidades del bastidor, te vas a los 10 en menos que canta un gallo.
FICHA TÉCNICA
Mini JCW
MOTOR | 1.998 cc, 4 cilindros en línea en posición delantera transversal, inyección directa de gasolina, turbo twinscroll e intercooler. 231 CV de 5.200 a 6.000 rpm, 320 Nm de 1.250 a 4.800 rpm. |
TRANSMISIÓN/CAMBIO | Tracción delantera, cambio automático de 6 velocidades |
CHASIS | Suspensión independiente delante (McPherson) y detrás (multibrazo) con estabilizadoras en ambos ejes; Discos ventilados delante y macizos detrás |
DIMENSIONES | Longitud: 3.874 mm; anchura: 1.727 mm; altura: 1.414 mm.
Distancia entre ejes: 2.494 mm. Peso en vacío: 1.295 kg. Capacidad maletero: 211 l |
PRESTACIONES | Velocidad máxima: 246 km/h.
0 a 100 km/h: 6,1 seg. Consumo medio: 5,7 l/100 km Emisiones CO2: 133 g/100 km |
CLIENTE OBJETIVO | Con un precio de 33.700 euros, el Mini JCW es un coche de capricho, un pequeño juguete para causar la envidia de los vecinos y sacarle los colores a más de un súper GTI. A pesar de su tamaño, no va tan bien en ciudad como en carretera de montaña con buen firme. |
Si además de leernos quieres escucharnos, aquí te dejamos el link al programa de radio Vuelta Rápida GT donde hablamos de este deportivo de bolsillo. A partir del minuto 34.