Ford Fiesta ST. El joven que lo sabía todo.
Cuando cumplimos 18 años todos y cada uno de nosotros tenemos muy claro qué es lo que esperamos de nuestro primer coche y es que simplemente nos lleve a los […]
El mejor programa de motorsport de la radio española
Cuando cumplimos 18 años todos y cada uno de nosotros tenemos muy claro qué es lo que esperamos de nuestro primer coche y es que simplemente nos lleve a los […]
Cuando cumplimos 18 años todos y cada uno de nosotros tenemos muy claro qué es lo que esperamos de nuestro primer coche y es que simplemente nos lleve a los sitios. Cuando ya tenemos 20 necesitamos que nos lleve a los sitios, pero rápido. A los 25 además de llegar rápido queremos hacerlo con estilo y a partir de los 30 ya entran factores aparentemente antagónicos como rápido, pero seguro y además cómodo. Después ya llega un punto que se puede situar aproximadamente más allá de los 40, en el que todos pedimos que el coche que nos lleva y nos trae lo haga casi de manera autónoma sin descuidar la seguridad y con una dosis suficiente de lujo, estatus, tamaño, potencia… en fin, lo imposible o como poco lo impagable.
Por Fernando González Ferreira. @FUR_R
A mi edad quizás esté un poco mayor para aparecer por casa con un molón Ford Fiesta ST con su carrocería de tres puertas, su motor turbo, su nada discreto color “Molten Orange”, sus flipantes llantas color antracita o ese pedazo de alerón y difusor traseros. Me sacan a patadas y acabo durmiendo en casa de mi madre, así te lo digo.
Cuando todavía tenía edad para “fiestas”, el Ford Fiesta tenía como estandarte juvenil los gamberrísimos XR2i y RS Turbo. Poco importaba que rondasen los ciento y pocos caballos, lo que realmente definía lo que era su propietario era si el color de la línea que los rodeaba era azul o verde y si tenía branquias en el capó o no. Equipamiento ¿Qué es eso? Seguridad ¿Me lo repita?, lo dicho sin compromisos.
Pero no estoy hablando de compromiso emocional, me refiero más al tipo de compromiso que aparece en las pruebas de coches. esa palabra que te dice veladamente que el coche es un asco, por ejemplo:
– “El nuevo “Compact” de la marca “Generi-car” ofrece un excelente compromiso entre deportividad y confort nunca antes visto en el segmento.
Básicamente lo que nos quieren decir que el zarrio en cuestión el ni corre ni es cómodo ni todo lo contrario. Y es que a partir de los 30 el concepto “compromiso” se ha metido tanto en nuestras vidas que ya no lo podemos ignorar. No comas que engordas, no salgas el viernes que no podrás salir el sábado, y así tu vida se va convirtiendo en el “noble arte de encontrar el mal menor”.
Ese hombre en la treintena, que busca su lugar en el mundo, quizás tampoco se compraría un Fiesta ST, primero porque muchos le habrían dicho que “ya no es un chaval”, segundo porque por ese precio 21.475 €, podría comprarse un compacto del segmento C con un económico y ecológico motor diésel, algo más versátil para las frecuentes mudanzas y para llevar a la parienta y familiares a sitios donde, ojo, quizás ya no te interesa llegar tan rápido.
Y ahí es donde entra una frase que decía mi padre: “Aprovecha que eres joven y que todavía lo sabes todo”. Así que tú, que eres joven, o tú que no lo eres (pero tienes buena memoria para según qué cosas) estarás de acuerdo conmigo en lo siguiente:
– “A los jóvenes les importa un carajo todo lo que no les importa de verdad”.
Y eso es una verdad como un castillo. Los jóvenes no poseen en su vocabulario interior (el de verdad, no el políticamente correcto) la palabra compromiso. Cuando yo tenía 20 años iba a lo que iba, y a nada más. Y cuando no iba a lo que iba, pues estaba con el tema de los coches, pero nunca a la vez (allá cada uno con su casuística personal o los posibles significados de la frase anterior).
Si nos ceñimos a la clasificación del principio, entre los 20 y los 30 nos corresponde lo siguiente: Llegar a un sitio, llegar rápido y salir cuanto antes de allí manteniendo lo que nos quedase de estilo y si es posible intentar repetirlo el fin de semana siguiente, (pero en otro “sitio” diferente). Fin.
Y precisamente en ese momento de tu vida, descubres una bocanada de aire fresco, gélido y estimulante que se llama Ford Fiesta ST.
El Fiesta es pequeño, porque en menos de 4 metros todavía cabe toda tu vida, y ligero, porque esos 1.163 kg. hacen que cada uno de los 182 cv. que tiene su tetracilíndrico cundan más. Garantizado que llegarás rápido.
Por cierto, es Turbo, como el RS, pero a diferencia del coche que tuvo tu padre, este tiene 50cv. más y muchísimo par 240 Nm, y además como a ti te gusta, bien abajo, tanto que preferirás hundir el pie en 6ª en lugar de bajar a 5ª sólo para notar cómo se abre cada conducto del coche para permitir que una mezcla de combustible y aire comprimido pase bajo tu brazo derecho y retumbe a tu espalda como cuando atraviesas una tormenta. 6,9 segundos en pasar de 0 a 100 y 220 km/h de punta. Vamos, que en cuanto llegues ya estarás deseando irte.
¿La caja de cambios? Manual, nada de mariconadas modernas de esas; tienes 20 años y todavía te queda mucho por aprender, así que empieza por el palo que tienes junto al volante y muévelo hasta que claves cada reducción o cambio de marcha a la perfección.
Pasarás mucho tiempo sentado ahí dentro practicando, así que no te vendrán mal los asientos firmados por Recaro, que también equipa el Focus ST, con más apoyo lateral que respaldo. Como eres un deportista y no tienes las lorzas de tu padre no sufrirás como sufrimos nosotros por su estrecha banqueta y altísimos laterales. De contar con algo más de regulación estos asientos serían perfectos para todas las tallas, pero eso no les importa a estos chavales de 1.80 y 70 kg. Y eso, es estilo.
Pero amigo, tienes un problema. Con ese par motor las ruedas no te durarán mucho, y en esa medida 205-40 R17 no son baratas. Por mucho que rece el catálogo que el consumo homologado es de 5.9 l/100Km rara vez bajarás de 8 y vas a tener que salir menos para poder mantenerlo y disfrutarlo como se merece.
Pero hay otra opción. habla con tu padre y dile que necesitas “financiación”. No será una negociación fácil, pero te daré dos argumentos.
El primero es su sistema “My Key”, un sistema que permite configurar una llave especial que incluye un límite de velocidad máximo, bloquea el control de tracción para evitar “tentaciones” o desconecta la radio mientras no te pongas el cinturón de seguridad, radio que además podrá tener el volumen máximo limitado, quizás eso le de tranquilidad a tu padre y tiempo para aprender a dominar el Fiesta ST a ti.
Aunque también puedes decirle otra cosa, que se lo dejarás siempre que quiera y no le dirás nada a mamá.
Si además de leernos quieres escucharnos, aquí te dejamos el link al programa de radio Vuelta Rápida GT en el que hablamos largo y tendido de este pequeño Ford. A partir del minuto 29.
El forfi el mejor coche
http://www.latostadora.com/averaver/camiseta_ford_fiesta/771025