Hay muchas variables a tener en cuenta a la hora de comprar un coche: El diseño, el precio, las prestaciones, el consumo… Pero el que nos ocupa hoy destaca en una […]
Hay muchas variables a tener en cuenta a la hora de comprar un coche: El diseño, el precio, las prestaciones, el consumo…Pero el que nos ocupa hoy destaca en una que muchas veces no tenemos presente: La calidad de rodadura.
Por Ramón Biosca. @ramonbiosca
Los que sigáis la sección de producto de Vuelta Rápida GT ya conocéis más o menos nuestros gustos: A Fer le gustan los coches pequeños y deportivos, a mi los SUV, y a Carlos…A Carlos le gusta todo. Por eso, cuando estábamos organizando las pruebas del mes y descubríque tenía un viaje pendiente, esperaba que me tocase en suerte poder hacerlo en una de las novedades del segmento SUV. Pero como nunca llueve a gusto de todos, me iba a tocar desplazarme hasta Galicia en…¡Una berlina! No negaréque, de entrada, la idea no me sedujo lo más mínimo. Es más, no me apetecía demasiado hacer un viaje de más de seiscientos kilómetros en una berlina de cinco metros.
Conociéndonos.
Pero cuando vi a Carlos llegar con el flamante Lexus GS300h de color negro, con acabado Executive, pensé: “-Bueno, estéticamente no estánada mal. Hay que ver lo que han mejorado el diseño de los Lexus”. Tocaba entrar en el habitáculo para un primer vistazo. “-Demonios, es cómodo. Menudos butacones, casi como los del salón de casa”Y seguímirando. El equipamiento, completísimo. La postura de conducción, como me gusta, ULTRACONFORTABLE. Botones, suficientes. Pantalla, clara. La cosa pintaba bien.
Arranquéel motor (mira que me cuesta acostumbrarme a salir en eléctrico cuando cojo un híbrido) y comencéa rodar. Desde luego, la gran aportación de los híbridos (además de los consumos) a los viajes en automóvil es el silencio. Mientras vas con el motor eléctrico, los ruidos se convierten en anécdota. Puedes charlar tranquilamente, disfrutar de la música en el fantástico equipo de sonido Mark Levinson, o simplemente, disfrutar del silencio. Es una gozada que no entiendes hasta que lo pruebas.
Llegaba el momento de la prueba de fuego cuando viajo con la familia. La capacidad del maletero. Carlos ya me había advertido que la cifra del GS300h era más que suficiente, pero aún así, en mi cabeza se repetía un mantra: “-Es una berlina. Las berlinas no son tan capaces como los SUV”. Y empecéa llenarlo. Maleta, maleta, bolsa, mochila…Oye, cabía todo. Y eso que las baterías en la parte trasera penalizan un poco la capacidad. Quedégratamente sorprendido. No sólo había entrado todo el equipaje que solemos llevar en un SUV medio-grande, sino que sobraba espacio. ¡Menudo punto acababa de conseguir el GS300h! Y eso que, objetivamente, el maletero tendría que ser bastante más grande. Es curioso comprobar que su hermano pequeño, el IS, tiene más capacidad.
En ruta.
Con el maletero cargado, los niños en sus sillas con anclaje Isofix (por cierto, de bastante fácil acceso, es de agradecer)…tocaba ponerse en camino.
Quéviaje. Quétranquilidad. Quécalidad de rodadura. El coche es grande, pesa, pero cuando viajas en el Lexus GS300h tienes la sensación de ir en una alfombra mágica. (Bueno, el tema de las alfombras no lo hemos probado, pero todo se andará). Supongo que a mis compañeros lo que les gusta de un viaje en coche es ponerlo a prueba en carreteras de curvas, jugar con el cambio, y cosas así. Yo valoro llegar a mi destino lo más descansado posible. Que apenas note que he estado al volante unos cientos de kilómetros. Y desde luego, con el Lexus lleguécon ganas de salir a cenar. Pero a un restaurante de los buenos. Porque el ahorro que te supone viajar en un híbrido como este (Consumo de 5’5 l/100 que puede, como mucho, “dispararse”a un 7), te permite guardar un remanente para darte un homenaje gastronómico en las Rías Baixas. Otro punto para el GS300h…
Parece que el coche me ha encantado. Y es verdad. Pero hay algunos puntos que no acabaron de convencerme.
-El “problema”que le veo a todos los híbridos que he probado: Cuando entra el motor de explosión, trabaja a un régimen tan alto que a veces me resulta molesto.
-El tacto del joystick que maneja la pantalla. Para mi gusto, da una sensación de fragilidad, una ultrasensibilidad que, cuando vas conduciendo, te lleva a dejar de mirar por un instante la carretera y quedarte pendiente de la operación que quieres hacer en la pantalla.
-Algunos botones. Lexus tendría que trabajar eso un poco más. Los controles de la iluminación, por ejemplo, recuerdan demasiado a la Toyota más noventera. Habría que mejorar eso.
Son “problemillas”menores, desde luego. Pero cuando estamos hablando de una de las opciones más racionales del segmento E premium híbrido (cuesta entre 45.900 y 71.200€), habría que cuidarlos, sobre todo los dos últimos.
Supongo que ahora mismo, Fernando estarápensando que ha triunfado. Que me ha arrastrado al lado “oscuro”de las berlinas. Pues te tengo que decir una cosa, Fer: Por ahora prefiero seguir subido al SUV, pero como todas las berlinas que me traigáis a Vuelta Rápida GT sean como este Lexus GS300h…hasta quizás me lo pienso.
SI ADEMÁS DE LEERNOS QUIERES ESCUCHARNOS,aquí te dejamos en enlace al programa de Radio vuelta Rápida GT en el que hablamos de este modelo en particular. A partir del minuto 34.
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