ALFA ROMEO GIULIETTA QV. Homenaje al pasado
Tenía la prueba del Giulietta QV prácticamente escrita cuando he visto un anuncio de Alfa Romeo en una revista inglesa. “TheFuture, Builtonthepast” rezaba el slogan (algo así como “el futuro […]
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Tenía la prueba del Giulietta QV prácticamente escrita cuando he visto un anuncio de Alfa Romeo en una revista inglesa. “TheFuture, Builtonthepast” rezaba el slogan (algo así como “el futuro […]
Tenía la prueba del Giulietta QV prácticamente escrita cuando he visto un anuncio de Alfa Romeo en una revista inglesa. “TheFuture, Builtonthepast” rezaba el slogan (algo así como “el futuro basado en el pasado”). Y, aunque la publicidad se refería al Giulietta Sprint, estarás de acuerdo en que también vale para esta versión Quadrifoglio Verde, que es todo un homenaje al pasado de la marca.
Carlos Enríquez de Salamanca @runisvaiden
En 1923, Ugo Sivocci ganó la XIV edición de la Targa Florio, una mítica carrera que se disputaba por las carreteras de Sicilia, con un Alfa Romeo RL que llevaba pintado un trébol de cuatro hojas, el Quadrifoglio Verde. Desde entonces, todos los Alfa de competición han llevado este amuleto que a partir de los años 60 caracterizó algunos Alfa Romeo de serie.
LO TUYO ES PURO TEATRO
Eso sí, con un Alfa que se apellida Romeo y Giulietta, el título más fácil de esta prueba hubiera sido algo así como “¡Qué bonito es el amor!” Además, con 240 CV bajo el pie derecho no iba a faltar pasión, mientras que el trébol de cuatro hojas le hubiera dado a nuestro romance ese toque de buena fortuna que no tuvo el inolvidable dramón que escribió aquel inglés tan famoso. Aunque algunos pensemos que Shakespeare debe su fama, sobre todo, al hecho de haber muerto el mismo día que Miguel de Cervantes.
Vale. Yo no escribo tan bien como Cervantes o Shakespeare. Tampoco lo pretendo. Ni le voy a quitar méritos literarios al inglés. Ni te voy a hablar de caballeros andantes, donceles y doncellas enamoradas o de amores imposibles.
Pero este coche que tengo entre manos sí que tiene mucha historia que contar, del mismo modo que, por voluntad del autor, deja la miel en los labios de lo que pudo haber sido y no fue.Pero el final de la novela,sin tener que ser necesariamente como tú lo esperabas, puede ser igual de sugerente e interesante.
ACTO PRIMERO
A ver. Con permiso del 4C, el GiulettaQuadrifoglio Verde es el Alfa Romeo más deportivo de la gama. También es el tope de gama del modelo más importante para la marca italiana.
El máximo exponente del coche que compite en un segmento fundamental para cualquier fabricante europeo: el de los compactos.
Bueno, seamos justos. El 4C es un deportivo y el Giulietta QV es lo que casi todo el mundo entiende por un GTI. O por un “súperGTI”, porque con cifras que rondan los 250 CV, cuando no los superan ampliamente, estamos hablando de palabras mayores. Y pensar que hace 40 años el primer GTI tenía 110 CV… ¡Cómo cambian los tiempos!
Pero, claro, el 4C cuesta casi 54.000 del ala, es biplaza y tan radical que solo se disfruta de verdad en las escapadas de fin de semana, mientras que en el Giulietta, por 34.700 €, te cabe la familia con el equipaje y lo puedes usar a diario.
¿Es entonces el Giulietta la variante “familiar” del 4C? Hombre, tampoco es eso. Vale que comparten marca, motor y cambio, pero casi se puede decir que tan solo los logos se conservan en el mismo sitio. De hecho, del Giulietta hay multitud de versiones, hasta diésel, por supuesto.
VISITE NUESTRO BAR
Si estás dispuesto a sacrificar todo el confort de marcha en aras de un comportamiento muy eficaz en conducción deportiva, el Giulietta QV no es la mejor elección. Ya que he comenzado hablando de Shakespeare, utilizaré un par de anglicismos para puntualizar. Un León Cupra o un Mégane RS o, sobre todo, un WRX STI estarían más cerca del concepto “Racing”, mientras que el Alfa encajaría mejor con la idea de “Sport”. Y no es por diferencia de potencia, sino de concepto. Es más, tomando como referencia el comportamiento dinámico del Cupra, te diría que el Alfa tiene una ventana de uso más estrecha: es más firme de suspensión para un uso tranquilo, pero al mismo tiempo es menos radical para hacer florituras…, que ya digo que no van con la personalidad que la marca italiana ha querido imprimir el Giulietta QV.
Pero lo importante es lo que trasmite. No sólo por el sonido grave del motor, los detalles de carbono de esta versión especial limitada y numerada “LaunchEdition”, sino por esa sensación de estar al volante de un coche que representa la tradición, la historia de Alfa Romeo. La calidad percibida en el interior, el diseño y el acabado, el inconfundible estilo italiano, los asientos deportivo en piel y Alcántara… Si tienes en la cabeza varios coches de origen alemán que te parecen mejores que este Alfa, recuerda que todos o casi todos ellos tiene un aire de familia, se parecen por dentro, te subes a uno y resulta complicado distinguirlo de la versión diésel; tienes que fijarte mucho para saber si tiene 100 o 400 CV.
Con el Giulietta QV lo sabes casi desde el primer golpe de vista.
Como decía antes, me quedo con la sensación de que es el autor, la propia marca, la que no ha querido hacer un coche de corte radical. Para eso ya está el 4C.
ACTO FINAL
Sin embargo, es curioso que no se puedan desconectar determinadas ayudas electrónicas a la conducción, como los controles de tracción y estabilidad. Tan solo se puede modificar su actuación moviendo el mando DNA. Pero ya te advierto que, incluso en el modo más deportivo (D, Dynamic), el ángel de la guarda electrónico no es demasiado permisivo. De hecho, diría que a veces es impertinente porque no te deja avanzar con la rapidez que quieres hasta que él no ve que todo está en orden. Lo dicho, “Sport” sí, “Racing “ no. Es curioso. Porque estoy escribiendo esta prueba cuando tengo en el garaje un Jeep Renegade diésel al que, al menos, sí se le puede desconectar el control de tracción.
Prestaciones y sensación de empuje contundente no faltan, porque hacer el0 a 100 km/h en 6 segundos y alcanzar 240 km/h son palabras serias, mientras que la función Launch Control te pone una sonrisa en la cara cuando la pruebas y los frenos Brembo te dan la confianza de saber que, cuando hay que frenar, va a haber una respuesta adecuada.
El cambio TCT de doble embraguecon levas en el volante también sigue esa misma tónica: rápido y suave de funcionamiento, acorde con el espíritu del coche, dispuesto a aportar placer de conducción en carretera sin generar tensión. Seguramente por esa razón el Giulietta QV no tiene el modo “Race” del DNA, que sí lleva el 4C, y que pone la guinda al funcionamiento más extremo de la dirección, de la suspensión y, por supuesto, del cambio TCT. El Giulietta QV se siente en su salsa en carretera; el 4C, en circuito.
EPÍLOGO
Con el Alfa Giulietta QV no hay dramas ni comedias. Ni Romeo y Julieta ni La Fierecilla Domada. Es un compacto deportivo muy potente, capaz de llevarte a un ritmo impresionante y de proporcionarte grandes momentos de placer al volante. ¿Que los hay mejores? Bueno, también hay gente que prefiere a Cervantes antes que a Shakespeare, pero el buen aficionado disfruta con el arte por el arte. La firma es lo de menos.
PD: Nuestro especial agradecimiento al Circuito del Jarama R.A.C.E. por permitirnos realizar el reportaje fotográfico en sus instalaciones.