Alfa Romeo Giulietta Sprint. Serie limitada
Hay quien dice que el segmento de los compactos es una gran familia en la que cabe de todo, desde se encuadran los Súper GTIs, pero también donde se encuadra […]
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Hay quien dice que el segmento de los compactos es una gran familia en la que cabe de todo, desde se encuadran los Súper GTIs, pero también donde se encuadra […]
Hay quien dice que el segmento de los compactos es una gran familia en la que cabe de todo, desde se encuadran los Súper GTIs, pero también donde se encuadra el coche-herramienta por excelencia, el coche que te lleva y te trae del trabajo, de la compra, de algún viaje.
El caso de este Alfa Romeo Giulietta Sprint se acerca más al segundo caso, pero a diferencia de otros “electrodomésticos” como aburridas lavadoras o frigoríficos, si tuviese que relacionarlo con uno, sería como una sandwichera, o una licuadora, o una máquina de palomitas; esos electrodomésticos que cuando los usas conviertes una tarde cualquiera en un momento especial.
SPRINT
El primer Alfa Romeo Giulietta Sprint data de 1954, y en sus orígenes nace como “El vehículo deportivo al alcance de todos”. 60 años después, el conglomerado italiano decide reeditar exactamente la misma denominación para un compacto que ya no es un 3 volúmenes, ya no tiene un motor de 1.290 cc. y tiene muchos más que aquellos 80 cv que entonces eran suficientes para propulsar (insisto en propulsar) un deportivo.
El Nuevo Giulietta Sprint sí que coincide con el anterior en ser un 4 cilindros de doble árbol de levas y 16 válvulas, pero ya no es de “propulsión”ni tampoco de gasolina, ya que esta unidad probada llevaba el motor JTD-M de 150 cv.acompañado por un cambio manual de 6 marchas.
Ni que decir tiene que el acudir a una denominación que apela a la tradición deportiva de una marca ya de por sí tradicional y deportiva nos puede hacer pensar que estamos ante un modelo muy especial, y en cierto modo lo estamos, pero sólo en cierto modo.
Principalmente el acabado “Sprint” es un nivel de equipamiento casi cerrado sobre un modelo que lleva ya un tiempo en el mercado. El motor ya ha sido utilizado en la gama general y el chasis se ha empleado en no pocos modelos de la marca.
No es la primera vez que una marca “refresca” su gama con una versión limitada. Orientar a un tipo determinado de cliente un equipamiento cerrado permite ajustar los costes y ofrecer un producto muy interesante si encaja con tu carácter.
Por ello, lo que sí aporta es un toque de exclusividad de tinte deportivo que hace que estéticamente parezca un verdadero tope de gama pero que la ausencia de navegador, control de velocidad o antinieblas hace que la marca pueda ajustar el precio a 23.850€ y aún así seguir ofreciendo un interior muy agradable, un doble escape sobredimensionado, preciosas llantas color antracita de 18 pulgadas, el selector de modos de conducción DNA, y sobre todo el diferencial electrónico delantero Q2.
JTD-M2
Muy suave en su funcionamiento, y con esos 150 cv. y 380 Nm. de par suficiente para mover el coche con soltura siempre que escojas el modo dinámico del DNA.
Lamentablemente esta finura de funcionamiento, muy de agradecer en un motor diésel, no ha conseguido casar a la perfección con el consumo esperado. Con una media real de 6.8 litros en nuestra prueba de más de 1.000 km. no es de los más frugales para su potencia. De hecho a una velocidad constante y media de 120 km/h el consumo se queda en 5.6 l. Lejos todavía de los 4.2 homologados pero más cerca de lo que esperas de un coche de esas prestaciones.
DNA
Ácido desoxirribonucleico en sus siglas en inglés. Es un ácido que contiene instrucciones genéticas usadas en el desarrollo y funcionamiento de todos los organismos vivos.
En cada uno de nosotros, este compuesto almacena y define no sólo lo que somos, sino lo que seremos en un futuro y lo que seremos capaz de hacer durante nuestra vida. Quizás por eso Alfa Romeo lo ha tomado como acrónimo para definir su dispositivo de configuración de rendimiento de sus coches. Acrónimo sí, pero ya no con referencias a la genética sino a sus tres modos de conducción : Dynamic (D), Natural (N) y All Weather (A).
Tampoco es una novedad, pero este sistema con sus tres modos de configuración dinámica del vehículo sí encaja a la perfección con el carácter del Giulietta Sprint. De hecho creo que le sobraría el modo N o “natural”. ¿Quién querría circular en modo “N” cuando el modo “D” es una auténtica delicia? Con él da gusto acelera antes en la salida de las curvas y notar cómo el diferencial electrónico Q2 ayuda a traccionar.
Circulando en “D” no quiere decir que este compacto se comporte como un deportivo radical, ni mucho menos. Se podría decir que la posición Dynamic es a los demás modos de conducción como leer un libro con una lupa, es el mismo texto, el mismo libro pero se notan las texturas y se amplifica el sonido al pasar una página.
Qué obtienes entonces cuando usas los modos “Natural” o “All Weather”, pues tener un Giulietta “Sprint” que es menos “Sprint”.
Porque en modo natural no tendrás consumos mucho más bajos y perderás tacto de acelerador y dirección y en el modo “Al Weather”, con su tracción mejorada, no vas conseguir transgredir los límites de la física y vas a seguir negociando las curvas con la misma seguridad activa que en el modo deportivo pero a costa de perder algo de potencia.
No hemos recurrido al banco de potencia para la prueba de este coche pero sí se nota que en los modos “N”y “A” se reduce el par que se aplica a las ruedas y las prestaciones claramente sobre todo en pendientes pronunciadas y largas en las que manteniendo la misma velocidad programada sólo en Dinamic mantiene la velocidad.
Por otra parte, la suspensión es un poco contradictoria. Si bien se muestra suave y progresiva con buen asfalto, resulta extraño ver como manda a la dirección cualquier bache, o incluso parche del asfalto cuando aparecen en plena curva. Aquí hay quien echará de menos más aplomo y otros agradecerán la información que transmite. Yo soy más de los segundos.
MODA ITALIANA.
Nos encanta el diseño italiano, aunque sus trajes entallados no nos sirvan a todos, o que las los diseños de sus zapatos no sirvan para cualquier tipo de indumentaria. Pero si es un peaje que siempre estamos dispuestos a pagar en la moda, no va a ser distinto en algo que también nos viste y representa, nuestro coche.
Sí que es cierto que el cuadro de mandos: refleja tu propia cara cuando le da el sol dificultando su lectura y proyecta su iluminación en el parabrisas cuando circulas de noche, pero nada de eso importa cuando sus dos preciosos relojes clavan tu mirada en tí cada vez que lo conduces.
También se puede decir que su estilizado y horizontal salpicadero no deja muchos huecos para dejar tus pertenencias, pero casi mejor, porque acentúa la anchura interior y te ayuda a que no los utilices como almacén de pañuelos de papel, monedas o cualquier objeto que no tiene por qué andar suelto por el habitáculo mientras conduces.
Tampoco hay que darle demasiada importancia a que el apoyabrazos sea un poco intrusivo durante la conducción. Si eres un verdadero conductor Alfa Romeo casi seguro que lo llevas siempre retirado mientras miras con el rabillo del ojo ese pomo esférico de aluminio mientras diriges tu mano derecha hacia él dispuesto a ejecutar el siguiente cambio de marcha.
Si hay una única pega que no se presta a interpretaciones románticas es la falta de navegador y control de velocidad.
Sabemos que en las series especiales con equipamiento cerrado se bajan costos de producción. Y al final acabas llevándote mucho coche por menos dinero, pero hoy en día estos dos elementos se me hacen imprescindibles. Otras marcas los ofrecen como accesorios que puede incluir a posteriori, pero en el caso de este Giulietta no puedes hacerlo sin estropear algo, ya sea la estética interior con un navegador de ventosa o tu cartera incluyéndole un doble din con pantalla, ya sea de la marca o ajeno.
El Giulietta Sprint, en cualquier caso cumple su promesa, que es darte todo el ADN Alfa a un precio similar a otros compactos generalistas más equipados. Dicen que todo buen aficionado a los coches debe haber llevado un Alfa Romeo en su vida y no se me ocurre mejor manera de hacerlo.