Vuelta Rápida GT

No es cuestión de potencia, ni de aptitudes camperas, ni de lujo. No es cuestión de tecnología, de equipamiento o de estatus. No es cuestión de precio, … Es cuestión de convertirse en un símbolo, una leyenda. Juro que el nuevo X6 no tiene escrúpulo alguno en hacer lo que sea necesario para conseguirlo.

Y es que hay algo de obsceno en el Nuevo X6, quizás no tanto ese X6 original , nacido en la vorágine de la burbuja inmobiliaria, fabricado en la factoría de Spartanburg en Carolina del Sur, la guarida de los “X-Men” o “X-series” como les llama BMW. Una factoría que se emplaza justo al otro lado del país que Las Vegas, y no es por casualidad.
Este nuevo X6 2015 parece sucumbir a la adicción que tenía el de primera generación por incluir todo lo que se puede abarcar en un automóvil, pero es que si la industria automovilístca corre, las demandas de los clientes más pudientes vuela, y con este nuevo Sports Activity Coupé, La marca bávara se convierte en un “conseguidor” que vive para colmar todas bajas pasiones que le demanda su creación.

LA QUÍMICA.
No hay día en el que nuestro X6 no se administre sus brutales dosis tecnológicas que necesita simplemente para levantarse cada mañana: Driving Assistant Plus, ConnnectedDrive, Cámara Surround view, Dynamic Performance Control, chasis de adaptación automática Professional, BMW Night Vision, Dynamic Light Spot, entre otros, como si fuesen drogas de diseño, el X6 no encuentra sentido a su vida sin ellas.
Su inmenso cerebro recibe el impacto de todas y cada una de ellas. Se jacta de tenerlas todas bajo control y a veces su efecto le hace ser más incisivo, más rápido, más certero en cualquier tarea que decida desempeñar.

EL FÍSICO.
El nuevo X6 tiene otras bajas pasiones. Sucumbe ante la belleza, la adora sobre todas las cosas.
Se hace acompañar de las formas más exuberantes. No le verás cerca de nada que no sea un alargado capó, la gran distancia entre ejes, los cortos voladizos, La cintura elevada, los pasos de rueda de gran tamaño. Le encanta contemplar esas formas desde su habitáculo desplazado hacia atrás como un Coupé, con una caída de techo que emula los fastback de los 70.
Nunca el poderío físico se había llevado tan bien con la aerodinámica. No hay tomas de aire estéticas, cada una insufla el aire necesario para alimentar sus músculos cuando están en plena carrera. El X6 seduce y se deja seducir. Es más fuerte que él.

EL PODER.
Cuantos hombres han caído bajo su influjo o han transgredido las más básicas normas en su anhelo. Bajo el cetro de BMW TwinPower Turbo, el X6 crece en poder desde los 258 cv. del 30d hasta los 450 cv. del 50i, o el triturbo del 50d y no parará ahí. Espera alzarse con la corona de la potencia cuando suba al trono de M Motorsport con el X6M de 575 cv. no tardará más de un año.
El poder nunca es suficiente, esos 258 cv del 30d. que hacen del X4 un misil en el X6 proporcionan solamente solvencia y empuje, pero la ambición de los hombres no tiene límite, y la del X6 menos, ya existen preparaciones de 750 cv y podría soportar aún más potencia. Es tanto el poderío físico del X6 que toda la potencia del mundo te parecerá poca. Su sonido, incluso en las versiones diésel es una declaración de intenciones, se corrompe ante su deseo de dominación del resto del parque automovilístico.
No hay democracia posible cuando tienes toda la fuerza y además la determinación para usarla.

EL LUJO
El exceso, la ostentación, la vanidad no son culpa del X6. Cuando tienes todos los medios a tu alcance nadie puede resistirse a rodearte de lo mejor.
Las líneas especiales “Pure Extravagance” o “M Motorsport” forman parte del ornato más exclusivo. Son las mejores telas, las mejores pieles las más caras joyas.
El cuero Dakota en 6 colores, incluidos el Cognac y Korallrot, el finísimo Bang & Olufsen High End Surround Sound System, sistema de climatización de 4 zonas, el sistema de cierre suave «soft-close», los instrumentos forrados de Nappa abatanada de color negro, acabados de roble americano o aluminio se rinden a tus pies.
Todo ello forma parte del “Dress code” más exclusivo para las apariciones públicas, pero si quieres “salir al escenario” también podrás optar por los acabados más deportivos y sofisticados de BMW individual. Con recurrentes alusiones a la M tricolor, embellecedores y revestimientos son una suerte de lentejuelas que te harán brillar entre los focos de los circuitos. De hecho existe un X6 que es capaz de hacer el mismo tiempo en Nürburgring que el anterior BMW M3, eso sí es “performance” en las dos acepciones de la palabra.

ELVIS
De la misma manera que le ocurre al nuevo X6, Elvis Aaron Presley también era considerado un icono cultural, y así será recordado siempre. Por encima de la canción o la interpretación
Como el X6, Elvis tuvo una infancia marginada. Todavía recuerdo cuando vi mi primer X6 en 2008, no entendía su concepto entre un serie 6 y un X5, hasta lo miraba con desdén preguntándome las razones de su propietario de no haber elegido aquellos en lugar de ese “monstruo” que curiosamente no tenía competencia en ninguna otra marca.
Es quizás esa marginación y ese recelo lo que hizo en su día que BMW no tratase al X6 como un modelo normal. Elvis se refugió en lo que verdaderamente era su pasión, la música y el X6 hizo lo propio, ganándose el respeto de sus clientes por medio de tecnología, presencia física, lujo y poderío.

Si un movimiento de pelvis pudo crear controversia allá por los 50´s, no menos ha hecho el diseño de “SUV Coupé” o Sports Activity Coupé. Esa estética unión de todo lo bueno de los coches apasionantes no era admitida por las mentes más tradicionales. Poco importa, su apogeo es imparable.
Pero tras el apogeo suele venir la decadencia, en el caso del cantante ocurrió entre 1973 y 1977. Desgracias familiares, divorcios y el llevar al límite el consumo de drogas, depresiones, la bebida, excesos varios y en especial de peso, hicieron que Elvis “abandonara por última vez el edificio”. Murió de éxito, dijeron. 

ELVIS HA REGRESADO AL EDIFICIO.
¿Qué podría haber evitado la gran pérdida de ese genio, de ese icono del S.XX? o dicho de otra manera, ¿Qué puede hacer que el X6, con su poderío, sus adicciones, su extravagancia, no muera de éxito? Si Alguien hubiese dado apoyo sincero en vida a “El Rey” , le hubiese ayudad o controlar la bebida, el peso, su opaca mente sobrecargada, habríamos disfrutado todos de más años de genialidad. quizás habría cumplido los 89 años el mes pasado, quizás no.
Pero BMW sí ha llegado a tiempo. Ha puesto a dieta al X6, ya que es más ligero que la anterior generación y su aerodinámica ha sido mejorada hasta un CX de 0.32 , le ha dado fuerzas, aumentando la potencia en todas las motorizaciones, le ha controlado con la bebida, bajando el consumo y las emisiones a pesar del aumento de potencia y mucha de la tecnología que le administra, viene en paquetes optimizados para reducir sus costes.

Quizás no podemos negar que un icono como Elvis fue creado por sus excesos y destruido por ellos mismos. En sólo 36 años fue forjando su leyenda como fue cambiando su voz, más densa, más grave, más oscura, más potente, su presencia parecía tener su propio campo gravitatorio, y en él se consumió.
El X6 2015 está en su apogeo, es ostentoso masivo, esculpido en roca, pero a diferencia de Elvis, tiene un “Manager” que tiene experiencia en fabricar estrellas, leyendas, iconos. Ese manager es BMW y no nos privará de ver crecer aún más a su último descubrimiento: “El Rey”, el nuevo X6.