Pruebas VRGT
SsangYong Rodius. UN FAMILIAR DE VERDAD
Hoy le toca el estreno como redactor de pruebas “invitado” a Ramón Biosca, Director de Vuelta Rápida GT, ¿Estará a la altura del ya de por sí enorme Rodius? Cada […]
Hoy le toca el estreno como redactor de pruebas “invitado” a Ramón Biosca, Director de Vuelta Rápida GT, ¿Estará a la altura del ya de por sí enorme Rodius?
Cada coche que se vende en el mercado te da algo. Eso es así. Y en el disco duro de los probadores de VRGT están todas y cada una de las sensaciones que han experimentado con cada automóvil que han probado. De algunos nos ha seducido su sonido, pura música sinfónica cuando aprietas el acelerador y subes de revoluciones. De otros, su agarre al asfalto en condiciones digamos, peliagudas. O qué decir de la estética, con esos coches de los que te enamoras al primer vistazo.
Pero cuando recogí el Rodius 2013 en las instalaciones de Ssanyong me pasó algo que no me había sucedido con ningún coche probado hasta ahora: me sentí pequeño. Y no es que mis dimensiones sean las de un base de baloncesto de antaño, de aquellos de 1’60 precisamente. No. Soy grande. Amplio en todo el sentido de la palabra. Pero es que el Rodius es descomunal, gigantesco. Enorme.
Estamos hablando de un monovolumen con siete plazas REALES y espacio para el equipaje de esas 7 plazas. Casi tres toneladas de aparato que, lleno hasta los topes y con el depósito lleno, te hace plantearte si necesitas el carnet de camión para llevarlo a su destino. Curiosamente, en el mercado asiático existe una configuración de 11 (¡ONCE!) plazas que no es legal en Europa, porque aquí sería, técnicamente, un autobús o autocar (según el Anexo II del Reglamento General de Vehículos)
Las circunstancias hicieron que tuviese que probar el Rodius en las condiciones para las que fue concebido: Lleno hasta los topes, de gente, de equipaje y de cachivaches varios. Unas vacaciones de Navidad con toda la familia.
Que digo yo, ya es casualidad que tengas que irte desde Madrid a Galicia con tu mujer, tus hijos, tus cuñados, su bebé y todo el equipaje que esto conlleva, y que esa semana toque probar el Ssanyong Rodius. Miel sobre hojuelas.
Mientras lo llevaba a casa para iniciar mi viaje-prueba, tuve ocasión de ver su comportamiento en ciudad sin carga. La primera sensación que tienes es que no se va a desenvolver bien en el tráfico urbano. Pero NADA MÁS LEJOS DE LA REALIDAD. Vas alto, altísimo, y ves lo que hacen los demás coches con toda tranquilidad. Eso sí, si tienes detrás a un coupé y va bastante pegado a tu trasero no lo vas a ver. Pero bueno, esperemos que no haga ninguna tontería.
El motor responde bien. Es paradójico que, en un monstruo de las carreteras que ha crecido en todos los aspectos (altura, anchura, longitud…) en el motor se haya hecho un downsizing.
Se pasa del probadísimo motor Mercedes 2.7 cdi que, dicho sea de paso, no cumple la normativa medioambiental actual, a un motor de dos litros de fabricación y desarrollo propios. Y ojo, NO DEFRAUDA.
Nunca pensé que un motor así pudiese mover tres toneladas y más de cinco metros (5’13 para ser exactos) fácilmente. Veremos qué tal se comporta en viaje.
Primero vamos a llenarlo. Empiezas… y no paras. Siendo fechas previas a la Navidad, además del equipaje habitual de una familia con 7 miembros, hay que llevar “paquetes” (ya me entendéis, Navidad, Reyes…). Contando con que uno de los pasajeros es menor de seis meses, tendremos que contar con todos los aperos que lleva un bebé. Carrito, hamaca, cuna de viaje… Sigue entrando todo. Increíble.
Hay que decir que hasta nos dio tiempo de parar en unas bodegas de las que somos fieles clientes, y pudimos comprar un par de cajas de vino. También entraban. ¿Queréis números? Os cuento: Con las siete plazas ocupadas, el maletero tiene una capacidad de 875 litros. Un tamaño respetable. Pero es que, con cinco plazas, nos ponemos en 1.975 litros… y con rueda de repuesto NORMAL.
Con los niños en la tercera fila de asientos (Ojo, el Rodius es el coche ideal para viajar con niños. La tercera fila está tan lejos que no sabes que los llevas) y dos adultos cómodamente sentados en las dos plazas de la segunda fila, iniciamos viaje.
La calidad de rodadura es apreciable, en las largas rectas de Castilla se va muy a gusto. Ssangyong ha mejorado muchísimo la sonoridad interior. El coche se mueve bien, y los niños, absortos con la última película de Disney en el DVD, no dan guerra. Manteniendo la velocidad legal en autovía, los consumos no se disparan. Hablamos de unos 10 l/100 km, que no es moco de pavo, pero no podemos olvidar que vamos dentro siete personas y hasta los topes de equipaje. Los números salen.
Los inconvenientes empiezan a aparecer cuando el sol se pone y se levanta un poco de viento. La luz de cruce es, nunca mejor dicho, a todas luces insuficiente. No así las largas, que son estupendas. Y con un poco de viento lateral racheado, notas cada ráfaga desde dentro del coche. Es tan, tan alto… Así que, ojo, no hagamos tonterías con el coche. Además, no está diseñado para eso.
No vamos en un coche para llegar antes a nuestro destino. Olvídate de adelantamientos, de pasar los repechos cómodamente… Para eso cómprate una berlina, un deportivo o un compacto. El Rodius es un transatlántico que llevará a sus pasajeros a buen puerto. ¿Habéis visto a algún crucero ganando la Copa del América? Pues eso.
En zonas reviradas y mojadas, calma. Es de agradecer el ESP que lleva de serie. Sin electrónica podríamos llevarnos un buen susto. La dirección es razonablemente precisa, pero hay que tener mucha decisión cuando pisamos a fondo el pedal del freno. No lo olvidemos NUNCA: Tres TO-NE-LA-DAS. Y la gran altura provoca que el centro de gravedad esté casi en las nubes, con lo que balancea que da gusto.
Cualquiera diría que no nos ha gustado el coche, pero nada más lejos de la realidad. Nadie, absolutamente NADIE ofrece tanto por menos de 30.000€. Gastarás en combustible y en ruedas. Pero menos que teniendo que llevar a siete personas en dos coches, pagando peajes dos veces y llenando dos depósitos. Si necesitas un coche enorme para llevar a tu prole, el Rodius es tu elección. Sólo te recomiendo que verifiques tener espacio suficiente para poder aparcarlo. ¿Y si tienes un compacto como segundo coche? No te preocupes, quizás quepa dentro del Rodius.
